Hola a todos! cuando el 3 Abril todavía se festejaba en las calles el éxito de la Operación Rosario, más al sur sucedía otra operación argentina que a priori sería más fácil pero que terminó costando mucho más de lo que se planeaba, aquí una cronología del día basada en varios autores de libros y entrevistas que nos acercarán lo más posible a lo sucedido en aquellas islas del fin del mundo.
Fuerzas Argentinas: Grupo de Tareas 60.1
Mar:
*60.1.1. Buque polar ARA Bahía Paraíso, al mando del capitán de fragata Ismael J. García.
*60.1.2. Corbeta ARA Guerrico, al mando del capitán de fragata Carlos Alfonso.
Aire:
60.1.4. Dos helicópteros de la Agrupación Antártica:
*Un Alouette III (3-H-110) de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros comandado por el TNAV Remo O. Busson, su copiloto TCAV Guillermo D. Guerra y el mecánico SSAE Gatti. El helicóptero no estaba armado por estar configurado para la campaña antártica y porque no se esperaba resistencia pero Remo Buzon nos relata que mientras iba para el hangar de los helicópteros le pidió al mecánico que se "agencie" una ametralladora MAG de los infantes de marina.
*Un SA-330L (AE-504) Puma del Batallón de Aviación de Combate 601 del Ejército al mando del Teniente 1ro Alejandro Esteban Villagra, condecorado por su actuación con la medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”
Tierra:
* 60.1.3. Fracción del Batallón de Infantería de Marina N° 1 (BIM 1) con 40 hombres, al mando del teniente de navío Guillermo Luna armados con morteros de 60mm, ametralladoras MAG.
* 60.1.5. 14 comandos anfibios y buzos tácticos al mando del teniente de navío Alfredo Astiz (grupo Alacrán)
Los 22 Royals Marines que defendieron las Georgias
Fuerzas inglesas:
Mar:
*Buque de patrulla ártica HMS Endurance (capitán: Nick J. Barker, CBE).
Aire:
*2 Wasp a bordo del Endurance, al parecer sin todavía misiles AS.12 a bordo.
Tierra:
*15-17 científicos del BAS (British Antartic Survey), más algunos otros científicos en otras islas.
*22 soldados británicos del 22 Royals Marines desembarcados del HMS Endurance armados con 20 cohetes de 66mm,un lanzador Carl Gustav de 84mm con 12 cargas, una docena de LAW, un mortero de 40mm, 3 ametralladoras (2 GPMG), fusiles SRL, 2 fusiles de francotirador y munición para armas livianas que sumaba más de 15 mil tiros.
Aproximación de la Guerrico al Bahía Paraíso
La Batalla de Grytviken
A las 05:00Luna es citado al puente por el comandante de la corbeta y es comunicado de que el buque se dirigirá a Puerto Leith (estaban en Bahía Stromness) y que allí efectuará el transbordo al Bahía Paraíso en donde le impartirán las directivas del desembarco. El comandante del buque también le comunica que en un mensaje que naval indica que el Endurance se encuentra en Grytviken con 22 RIM y que los podría desembarcar, Luna no estaba dispuesto a correr ningún riesgo y advirtió a sus hombres de que debían prepararse para lo inesperado. Esta desconfianza lo llevó a repartir entre su pelotón granadas del tipo americano M-67, lo que se sumó al pequeño arsenal de armas portátiles que disponían. Su fundada sospecha se confirmó poco después, durante el vuelo hacia el objetivo, cuando se le comunicó por intermedio del controlador aéreo de la Guerrico la presencia de personal militar enemigo desplazándose en el área de la Base Científica Británica.
A las 07:35 la corbeta Guerrico pasa al Bahía Paraíso a 40 infantes de marina y armamento liviano para el Grupo Alfa, que ya estaba embarcado en dicho buque.
A media mañana el Bahía Paraíso zarpa con la Guerrico hacia una zona próxima a Grytviken, durante la travesía el comandante del GT.60.1 imparte la orden de helidesembarco donde además en la reunión estaba el jefe de la fracción de IM, el jefe del EM del GNA, el comandante de la corbeta, el comandante del Grupo Alfa y de los 2 helicópteros. Con una carta de la zona y de King Edward Point Luna se coordina con el comandante de la corbeta los lugares y edificios para la ejecución y spotting del fuego naval de apoyo en caso de resultar necesario. Luna organiza el Movimiento Buque a Costa de su fracción helitransportada de la siguiente manera:
*1ra oleada: Luna, un grupo de tiradores y una ametralladora MAG, total, 15 hombres.
*2da oleada: Giusti, un grupo de tiradores y una ametralladora MAG, total, 15 hombres.
*3ra oleada: grupo de morteros de 60mm, total, 10 hombres.
El objetivo era alcanzar la zona de King Edward Point, sede de las autoridades británicas, próximas a Grytviken. Específicamente el enorme edificio de Shackleton House ubicado en una altura. Se ordena a la Corbeta Guerrico apoyar el movimiento para lo cual debía penetrar en la Caleta Capitán Vago, maniobra altamente peligrosa por la gran cantidad de cachiyuyos, bajos fondos y un boyón de amarre que entorpecían y canalizaban los movimientos.
A las 10:00 desde el Bahía Paraíso Trombetta emite un mensaje en alta frecuencia (VHF) donde propone la rendición de la base a los británicos: "el ex Gobernador ha entregado las Islas y las dependencias en forma incondicional y le sugiero que haga lo mismo". Mills no sabía bien que hacer porque no conocía bien la situación de Malvinas y decide que va a resistir los desembarcos argentinos.
A las 11:00 la Guerrico ingresó en Bahía Cumberland, precediendo al Bahía Paraíso que había lanzado al Alouette en tareas de exploración.
A las 11:04 el Alouette AI-03 realiza el reconocimiento pero no vio las posiciones de los Royals Marines, que estaban bien camufladas, a no ver novedades lo informa al Comandante del Grupo, quien ordenó al helicóptero que permaneciera en la zona hasta el arribo del Puma para guiarlo a la zona de helidesembarco.
A las 11:07 el SA-330 Puma y la fracción de IM lista en cubierta de vuelo.
A las 11:10 se establece nueva comunicación con Grytviken y se intima en inglés su rendición.
A las 11:13 se repite la intimación, recibiéndose como contestación que “el único personal que hay en la base es un civil del Grupo de Investigación Antártica”. Otra versión dice que el mensaje fue recibido por el jefe de la base científica del British Antartic Survey, un civil que en respuesta, usando otra frecuencia de radio (para ser escuchado por el HMS Endurance), dijo no tener instrucciones y pidió tiempo para aclarar la dualidad de órdenes recibidas de su gobernador desde Malvinas en el sentido de rendirse, y las de su gobierno en Londres ordenándole ofrecer resistencia. El comandante del GT.60.1 no concedió la prorroga y ordenó que todo el personal inglés se agrupara en un lugar en la costa que fuese fácilmente observable, agregando que destacaría un helicóptero de exploración para verificar el cumplimiento de la orden. Grytviken informa:”el único personal que hay en la base es el civil de la BAS”. Mills sabía que el Endurance estaba lejos y quería entrar en una especie de negociación para darle tiempo al rompehielos llegara a la zona.
El Endurance, la "gran ciruela roja" británica
A las 11:16 el HMS Endurance, fuera de la zona, llama a Grytviken y le ordena suspender
Comunicación en la frecuencia. Recibe y colaciona mensaje de intimación de rendición.
A las 11:20 el Alouette III comunica que su exploración es realizada sin novedad, señalando posible lugar de desembarco, que no veía gente en tierra y aprecia que aparentemente no habrá resistencia. En King Edward Point avista dos carpas al sur de la factoría pero se ignora si están habitadas.El jefe de la base pidió parlamentar con el comandante argentino solicitando que detenga la marcha de la corbeta hasta solucionar el problema, pero los argentinos hicieron caso omiso (tal vez pensando que no había personal militar) y que no se produzca ningún desembarco por considerar este hecho muy provocativo e informando que había en la base personal militar con orden del gobierno de resistir si los argentinos desembarcan porque si lo hacían el asunto pasaría a ser militar y por ende fuera de sus atribuciones. Mills ordena al personal de la BAS concentrarse en la iglesia de la vieja factoría para su seguridad y los militares toman posiciones defensivas. Mills caminó hasta el embarcadero, en el supuesto de que la corbeta enviaría un barco a tierra. Tenía la intención
de persuadir al oficial a que no desembarque sus tropas en tierra.
A las 11:25 se le ordena a Grytviken poner en lugar visible la dotación de la base y se le informa que se iniciará el desembarco de tropas de Infantería de Marina.
A las 11:27 se informa a Grytviken que se va a desembarcar a la Infantería de Marina y si no hay resistencia no va a haber problemas.
A las 11:28 el Alouette informa sin novedad en proximidades de Shackleton.
A las 11:30 se le ordena a Grytviken ubicar al personal de la base en lugar llano y al descubierto, recibiendo como respuesta que no han recibido órdenes de rendirse por parte del Gobernador de Malvinas, pero que se espere por la ambigüedad de las ordenes mientras el comandante del Endurance consulta a Londres.
La Guerrico entrando a la caleta
A las 11:35 la corbeta Guerrico (durante su aproximación y penetración en la caleta Capitán Vago) informa al Alouette que hay personal armado en una casa detrás del hospital (Shackleton House) y comunicó la novedad al Bahía Paraíso.
A las 11:36 se produce la Primera Oleada, decola el Puma con 15 hombres con una MAG
al mando del teniente de navío Guillermo Luna y es guiado por el Alouette III, por
precaución se había elegido una ruta de aproximación in¬directa volando por encima de las montañas que se extienden sobre la península Barff, es decir, realizando un acercamiento por un cañadón al norte de King Edward Point, por la orilla opuesta de la caleta, entre el muelle y la estación de radio de King Edward Point a 150m de la vieja fábrica cerca de Grytviken apro¬vechando el terreno para evitar ofrecer un blanco fácil al ene¬migo y toman posición en Punta Zelaya, al norte del ingreso a la caleta Capitán Vago. Al salir de las montañas bordearon cautelosamente la caleta con forma de olla hasta llegar a la zona de helidesembarco (ZDH) ubicada en una lengua de tierra próxima al mue¬lle de la estación científica. El Puma del EA disminuyó la velo¬cidad y se aproximó a tierra al abrigo de dos construcciones de madera y techo rojo que luego se verificó eran la estación de radio y los pañoles de los botes. Sin que el aparato terminara de posarse los tiradores empezaron a saltar uno tras otro de la aeronave buscando refugio en aquellas instalaciones. En pocos segundos se completó la maniobra y sin perder un segundo el piloto efectuó un escape en
busca de la segunda ola. Aunque los argentinos lo ignoraban habían desembarcado en una zona completamente minada por el enemigo. Todo este movimiento es apoyado por la Guerrico. El Alouette enseguida realiza otro reconocimiento sobre Shackleton House e informa sin novedad.
ARA Guerrico durante su combate en Grytviken (foto sacada desde la torre de la iglesia)
La Guerrico había recibido la orden directa de ingresar a plena luz del día en las restringidas aguas de la caleta Capitán Vago con el objeto de brindar fuego naval de apoyo a las secciones
desembarcadas. Ello conllevaba asumir un riesgo calculado: el de exponer su flamante barco y novel tripulación al eventual fuego de las ar¬mas automáticas del enemigo en un reducido espejo de agua donde carecería de la libertad de maniobra que proporcionan las aguas abiertas. En la práctica esta arriesgada maniobra actuó como una "eficaz diversión" para que la sección de Luna pudiera desembarcar en proximidades del muelle de la Base Científica sin ser molestados por el enemigo, quien desvió su atención hacia el buque argentino interpretando erróneamente que aquél se disponía a lanzar al agua un bote de goma con la intención de discutir los términos de la rendición.
A las 11:41 seguidamente los elementos de infantería de marina desembarcados inspeccionan edificios próximos y establecen comunicación con la Guerrico. Cuando se inicia el avance en dirección de Shackleton House (Hospital) reciben fuego de armas automáticas por lo que se requiere apoyo de fuego naval a la Guerrico. Mientras esto pasaba, a bordo del Bahía Paraíso el tcIM Roberto Giusti, a cargo de la segunda ola, trataba infructuosamente de ponerse en contacto con su Jefe para tener una idea más clara de la situación y de la magnitud de las fuerzas enemigas que enfrentaban. Él y sus hombres decolaron de la cubierta de vuelo del buque ni bien aquellos se acomodaron a bordo, de acuerdo con la orden de operaciones prevista. Entre tanto. Luna estaba inmovilizado como consecuencia del fuego despiadado y certero de un enemigo invisible. Las balas silbaban alrededor de los edificios que albergaban a los atacantes sin que éstos pudie¬ran determinar de dónde provenían los disparos. El oficial argentino tenía la desagradable sensación de que los proyectiles llegaban tanto del flanco como del frente, y, falto de seguridad absoluta, abrigaba el temor de que los ingleses quisieran cercarlo. Rápidamente comprendió la necesidad de contar con mayor poder de fuego, para lo cual requirió por radio al Bahía Paraíso que se intercambiara el
segundo vuelo por el tercero para de ese modo poder disponer de los morteros de 60 mm con el objeto de tener un apoyo de fuego en tierra. Maldijo por lo bajo cuando se le informó por
intermedio del control ador aéreo de la Guerrico que la segunda ola ya estaba en el aire
rumbo al objetivo.
Primera oleada de infantes argentinos
A las 11:47 despega el Puma con la segunda oleada, el Teniente BUSSON le ordenó que aterrizara en la playa, en las proximidades del primer grupo. Mientras se dirigían al lugar Giusti era informado que la primera ola ha¬bía entrado en combate y que debía prepararse para tomar Shackleton House. Esto era más fácil de decir que de hacer, puesto que ignoraba hasta ese momento la ubicación exacta de la primera ola, la cantidad y disposición de las fuerzas enemi¬gas y el armamento de que éstos disponían, también ignoraba que el piloto del
Ejército Argentino no efectuó el mismo recorrido que la primera y en lugar de aterrizar en el único lugar seguro más al este que el anterior desembarco, más cercano al Hospital, dado el ángulo muerto que presentaba (entre el muelle y la radio) intentó hacerlo en proximidades de la Shackleton House, por la proximidad con las posiciones enemigas, el piloto había decidido erróneamente realizar una aproximación directa a las posiciones inglesas sin sospechar siquiera que ello los convertiría en el blanco perfecto de tres secciones enemigas apostadas en una elevación próxima al punto de helidesembarco.
El Comandante inglés fue el primero en advertir este inesperado giro de los acontecimientos y se dispuso enseguida a sacar el máximo provecho de la situación. Sabía que a tan corta distancia sus hombres harían un blanco fácil sobre tan suculenta máquina. En cuanto el Puma se aproximo para tomar tierra con la puerta lateral abierta estalló el infierno. La cabina del helicóptero, el rotor principal y el costado de estribor del aparato absorbieron una furiosa lluvia de proyectiles antes de que los pilotos del Ejército pudieran darse cuenta de que estaban en la línea de fuego del enemigo. El ensordecedor ruido de los rotores había apagado el silbido de las balas hasta que éstas comenzaron a llover sobre el aparato, revelando así a sus ocupantes el primer síntoma de la presencia del enemigo. En el interior de la máquina el conscripto clase 62 Héctor Ozan, apuntador del primer grupo de tiradores no percibió nada anormal hasta que su compañero Alberto Almonacid cayó sobre sí mismo llevándose las manos a la cabeza. Sólo después supo que un disparo en la frente le había causado la muerte en forma instantánea. Otros tres proyectiles atravesaron el pecho del conscripto Jorge Águila, sentado a la izquierda de Almonacid, el que también murió en el acto frente a sus propios ojos. Otro conscripto, José Ponce, recibió una herida superficial en el cuello y su compañero Manuel Borquez también resultó herido al recibir una bala en la cintura que le
atravesó el cuerpo de lado a lado. Un cohete de 66 mm había sido lanzado por el enemigo a corta distancia del aparato pero la suerte quiso que pasara por debajo del Puma, lo que evito que se desintegraran en el aire causando mayor pérdida de vidas. El aparato comenzó o tambalearse y a perder altura. Su sistema hidráulico de gobierno había sido seriamente dañado mientras una de las turbinas comenzó a despedir una densa columna de humo negro.
Ultima imágen del PUMA (AE-504) en vuelo
Con un despliegue de singular destreza aeronáutica el piloto evitó entrar en pérdida logrando con gran esfuerzo mantener la aeronave en el aire el tiempo suficiente para retirarse al sur de la caleta y luego de un vuelo irregular a través de la bahía tuvo que realizar un aterrizaje forzoso violento de emergencia en una pequeña hondonada en la margen opuesta de la caleta.
Aterrizó de emergencia en Punta “The Hummocks” volcando sobre su costado izquierdo y
sufriendo graves. Tras el aterrizaje de emergencia el helicóptero quedo tumbado sobre su costado de babor exponiendo las tremendas heridas que había recibido en el breve y desigual combate. Todos los cristales de la cabina habían sido completamente destrozados y un centenar de orificios de bala podían verse sobre el costado visible de la aeronave. El helicóptero tuvo 50 impactos de ametralladora GMPG y también tuvo decenas de impactos de armas ligeras.Milagrosamente de un total de 15 infantes de marina tan sólo hubo dos muertos y cuatro heridos. Al desprender los correajes de seguridad el piloto advirtió dos orificios de bala por encima del lugar donde momentos antes tenía apoyada su cabeza. Había salvado la vida por escasos centímetros. ¿Qué había ocurrido? Poco antes de despegar uno de los pilotos, que era alto, se indispuso siendo designado otro en su reemplazo, que era un poco más bajo que el anterior. Dada la premura por despegar éste olvidó ajustar el asiento a su debida altura por lo que aquél quedo levemente por debajo de la posición habitual. Este providencial olvido evitó que más tarde el certero fuego del enemigo le diera de lleno en la cabeza. Aún no había llegado su hora.La nómina de bajas fue de 2 infantes conscriptos argentinos muertos (Mario Almonacid y Jorge Águila), 2 heridos graves (los conscriptos Pérez y Borques) y dos leves (conscriptos José Ponce y otro más)
El Alouette del teniente de navío Remo Busson que lo acompañaba también fue alcanzado
por disparos de armas ligeras en su fuselaje pero aún mantenía su aptitud para volar y su
aterrizaje junto al Puma fue solo por precaución y para auxiliar a la “Vinchuca” Villagra su
copiloto Leguizamón y al mecánico sargento, mientras su suboficial artillero Gatti y el
mecánico sargento Medina canibalizaron la MAG para colocarla en el helo naval. Un dato
es que el Puma de Villagra tenía esquís en vez de tren estándar, razón por la cual se vio
obligado a buscar un sitio propicio para bajar debido a las rocas.
Evacuacion de un herido, en en este caso el TCAVNA Guerra
A las 11:53 el Alouette acude en ayuda de los heridos que lleva al Bahía Paraíso. El copiloto del Alouette se baja del helicóptero y toma la ametralladora (la máquina había sido precariamente artillada con una ametralladora MAG calibre 7,62 mm que el SSAE Julio Gatti debía sostener con sus propias manos a falta de un soporte adecuado) haciendo fuego hacia la orilla opuesta de la Caleta para cubrir a los infantes de marina. El copiloto, teniente de corbeta Guillermo Guerra, se incorporó espontáneamente a la sección del teniente Giusti para así también aumentar la capacidad de carga de la aeronave. En el buque se procedió a reaprovisionar el helicóptero, mientras se informaba al Comandante del Grupo sobre lo ocurrido en la playa y se tomó la decisión de continuar el helidesembarco, trasladando dos infantes por viaje y regresar trayendo heridos. El Alouette empezó a trasladar a los heridos al Bahía Paraíso de a uno por vez y traer dos infantes por vuelo. Mientras, en la otra orilla, el grupo inglés al detener la segunda oleada enfrentó con decisión a la primera fracción argentina desembarcada que se encontraba prácticamente a su merced, en el bajo y sin mayores cubiertas, cuyo jefe le indicó a la Guerrico la posición del enemigo para que lo batiera con sus armas.
Derrotero de la corbeta
A las 11:55 la corbeta Guerrico decide acercarse a Grytviken por segunda vez navegando por el peligroso estrecho que lleva a la bahía, a fin de abrir fuego de apoyo.
A las 11:58 el Alouette termina de descargar los heridos en el Bahía Paraíso, carga combustible y comienza a cargar la tercera ola de infantes (10 hombres al mando del CPIM Julio Fernández junto a los tres preciados morteros de 60 mm y la munición disponible). Estos hombres y sus pertrechos serían desembarcados en tres vuelos sucesivos en proximidades de la factoría ballenera a medio kilómetro de la iglesia de madera pintada de color blanco. Una vez en tierra y en momentos en que se la iba a inspeccionar emergió de su interior un civil que lucía una barba tupida agitando un pañuelo blanco. Tras vaci¬lar unos breves momentos el hombre se identificó en perfecto español indicando que en la iglesia se hallaba sólo personal científico y que éste se encontraba desarmado.
A las 11:59 la Guerrico al ver la situación de los infantes decide virar dentro de la dársena y atraer el fuego enemigo que estaba castigando a los argentinos en tierra. A esta altura de los
acontecimientos la Guerrico estaba comprometida en su segunda penetración maniobrando a baja velocidad para evitar las peligrosas rocas "Hobart" que se encuentran semiocultas en la boca de la caleta, Ya en proximidades del muelle de la estación científica se ordenó abrir fuego con el montaje de 20 mm de estribor sobre las secciones enemi¬gas próximas a la Shackleton House pero el arma se trabó luego del primer disparo. Enseguida se reabrió el fuego con la pie¬za de 40 mm de popa, la que enmudeció luego de seis disparos. Sólo quedaba en servicio el cañón semiautomático de 100 mm de proa, la pieza de mayor calibre del buque, pero efectuó solo un disparo con munición inerte y se trabó al intentar expulsar la vaina. Ni bien enmudecen las piezas del buque, el enemigo deja caer sobre la banda de estribor de la corbeta una lluvia de proyectiles de diversos calibres: recibe impacto directo de armas automáticas, de un lanzacohetes Carl Gustav de 84mm que lo impacto con 3 proyectiles, un cohete de 66 mm que golpeó en el arma de la torreta delantera atascando su mecanismo de formación, los ingleses no pudieron seguir usando el Cañón sin Retroceso de 84mm
porque se les trabó por un desperfecto. Los impactos de diverso calibre produjeron un muerto (CIMA cabo primero de mar Patricio Guanca, apuntador de elevación del montaje de 40mm), 4 con heridas leves (CPAM Francisco Páez -Jefe de pieza de 40 mm-, CSAM José Monzón -Apuntador torre de 100 mm-, CSCY Daniel Cobos -Servidor montaje de 40 mm, TCCO Roberto López-Historiador en puente de comando-) y daños considerables en el puente de comando y la superestructura. Entre los que permanecieron, estuvo el propio comandante siempre en el alerón de barlovento del fuego enemigo, según comentarios de su tripulación. El Puente de Comando presentaba más de 200-250 perforaciones. Esta primera pasada, al atraer el fuego enemigo sobre el buque permitió a los infantes de la primera oleada adoptar mejores posiciones para continuar el combate.
Miembros del British Antartic Survey refugiados en la iglesia toman la foto de la corbeta con lentes de alto alcance
Tercera pasada de la Guerrico
Era imperativo salir de aquella trampa cuanto antes para poner en servicio las piezas averiadas y devolver el fuego, por lo que se viró con las máquinas frente al muelle para salir a toda marcha de la caleta. No obstante la rápida reacción del Comandante algunos vidrios del puente fueron destruidos en el proceso por un francotirador enemigo hábilmente situado. Uno de esos disparos hirió a un oficial que colaboraba en ese momento en la manio¬bra (SSSO Raúl Vaca).
Luego de virar dentro de la Caleta, la Guerrico se marchó a toda velocidad tratando de alejarse para reparar sus armas pero cuando la peor parte del combate parecía haber quedada atrás y en momentos en que la Guerrico efectuaba la pierna de salida recibió nuevamente el fuego de más de media docena de armas automáticas. Como consecuencia de este ataque el joven guardiamarina Ricardo Pingitore, Jefe de la Defensa Aérea, recibió heridas de consideración en el rostro que le provocaron la pérdida instantánea de su ojo izquierdo y una sería lesión en el rostro por lo que debió ser ulteriormente evacuada al Bahía Paraíso. Entre las versiones de los ataques ingleses a la Guerrico en la segunda pasada está la del Marine Combes Dave quien a unos 550 metros (aunque también se dice a 250-300 metros de las posiciones inglesas) del buque se disparó la ronda de Carl Gustav que golpeó el agua a unos diez metros por debajo la línea de flotación del barco y rebotó en el casco mientras el buque realizaba piernas cortas, creando la formación de vacíos cerca de la línea
de flotación generando graves averías y vías de agua.Cuando el buque comenzó a efectuar un viraje 180 grados se intentó tirarle nuevamente con el cañón sin retroceso, pero esté falló, acto seguido utilizando 2 cohetes Law de 66mm se alcanza a la corbeta en la rampa de los Exocet cerca de la torreta delantera bloqueando su mecanismo de elevación y un impacto directo de un cohete antitanque Carl Gustav de 84mm golpeó en uno de los montajes Exocet MM38 de babor, que afortunadamente para el equipo no exploto pero que sumado a los daños que había recibido el resto de los afustes de los misiles, redujo su capacidad misilística antisuperficie a la mitad. No obstante, el casco del buque permaneció estanco y nin¬guna parte vital fue alcanzada. La corbeta vira dentro de la caleta y abre fuego con el de 20mm de babor que se trabó. El buque se aleja del alcance del fuego enemigo para reparar sus armas y hacer los reemplazos del personal muerto y herido, luego busca una posición favorable en proximidades de la Roca Hobart y se mantiene cerca para replicar los disparos aún con los cañones de 40mm deteriorados que empiezan a ser cada vez más precisos. Siempre acompañado de fuego reunido de todo lo que tenían a mano, se estima que los ingleses dispararon en torno a los 2.000 tiros. La Guerrico se retira 3500 yardas mar adentro.
El Puma derribado
La situación en la sección de Giusti
Mientras tanto en tierra se había perdido contacto radioeléctrico y aún se permanecía incomunicado con la sección de Luna por lo que ignoraba las intenciones de aquél. Un conscripto de la sección del TCIM Giusti se adelantó para localizar el lugar desde donde les hacían fuego, la confusión entre las tropas argentinas ya había pasado y tras poner a cubierto a los heridos Giusti retomó el control de la situación de su malograda compañía y se dispuso enseguida a devolver el golpe. Casi enseguida ubicó los emplazamientos enemigos al pie del edificio verde" (léase Shackleton House). Ahora Giusti sabía donde debía disparar y no perdió tiempo en dar inicio a su contraataque. Emplazo enseguida la única ametralladora MAG que disponía en un punto elevado desde donde se dominaba toda la margen opuesta, desplegando a sus tiradores a ambos flancos. Cientos de proyectiles argentinos partieron raudos hacia la planta baja y el primer piso de la Shackleton House haciendo sentir su furia al enemigo. El fuego sostenido de esta pieza abortó un ataque a la Guerrico proveniente de un Royal Mari¬ne provisto de lanzacohetes, el cual recibió dos disparos en su brazo izquierdo, desarticulando así el ataque. Poco después se dio lo orden de "alto el fuego" al interponerse la corbeta en la línea de fuego. Esta maniobra de fuego es apreciada por el Tte. Luna. Participan del combate los tenientes primeros, pilotos del Puma abatido, ellos anteriormente habían pedido permiso para unirse y fueron autorizados a unirse al personal de infantería de marina para entrar en combate.
Paralelamente Giusti había destacado a dos de sus hom¬bres para que encontraran una vía segura de aproximación a la estación ballenera, a cubierto del fuego enemigo, para unir fuerzas con la fracción del teniente Luna. Este movimiento al principio tuvo una disputa entre Giusti y los tenientes del Ejército Argentino por la conducción del grupo debido a las antigüedades relativas hasta que el grupo decide seguir a las órdenes de Giusti. Los dos hombres enviados efectuaron un reconocimiento a pie basta descubrir dos banderolas rojas en proximidades del cementerio de la factoría ballenera. Estas fueron tomadas erróneamente como el límite de un campo mi¬nado, por lo que decidieron regresar para informar la novedad a su superior. A pesar del pedido de Luna para que la fracción llegue a su posición para apoyar el asalto esto iba a ser imposible, Giusti analizaba sus próximos pasos cuando un conscripto dio aviso de haber visto "humo blanco en la costa opuesta". Con grandes precauciones subieron a una altura para observar el terreno y vieron uno enorme nube blanca que cu¬bría parcialmente el edificio verde y algo más que les hizo acelerar el
latido do sus corazones: enormes sabanas blancas colgando de las ventanas. ¡Los ingleses se
rendían!.
Avance final sobre las instalaciones luego del cese el fuego
La Rendición británica
A las 12:48, el Alouette ya había terminado el desembarco de los infantes de la tercera oleada con morteros en la factoría, aunque desembarcan un poco alejadas unas de otras y no llegaron a apoyar con fuego de sus morteros. Esto paso casi al mismo tiempo que la Guerrico, en proximidades de la Roca Hobart, reiniciaba su fuego con los cañones de 40mm con spotting desde tierra, primero sobre la parte alta de la montaña y luego sobre los edificios del Hospital con el fin de no producir bajas ycuando sólo se encontraban enfrentados los 15 hombres de la primera oleada se produjo la rendición de los 22 Royals Marines agitando banderas blancas y lanzando bombas de humo del mismo color aún cuando la tercera oleada de infantes argentinos todavía no había llegado a la primera línea de combate. Busson pudo realizar el helidesembarco tras 20 vuelos rasantes bajo fuego enemigo y aproximadamente 3 horas incansables de vuelo, y los Royals Marines no pudieron pararlo. El éxito en sí de la misión es más de él que del fuego de 40mm en apreciación de varios autores aunque
otros se inclinan a que la decisión británica estuvo fuertemente impulsada por la osada y
tesonera acción de la corbeta, la que con el sacrificio de muertos, heridos y averías había apoyado a sus camaradas infantes hasta lograr el objetivo perseguido, la redición enemiga. En lo que a mí respecta, la corbeta, Busson, y Giusti con su MAG tuvieron su igual cuota en la rendición de los marines británicos. Mills se rindió al comprender que su situación era precaria pero tenía la intención de seguir combatiendo, el hecho de haber tropas argentinas rodeando su posición y todavía faltara tiempo para que oscureciera y poder retirarse hizo que tomara la decisión de deponer las armas.
A las 13:00 el teniente Luna distinguía muy bien las sábanas blancas desde la construcción donde se hallaba a cubierto pero no veía nada que oliera a soldado inglés. Finalmente resolvió tomar la iniciativa avanzando desarmado a paso gentil hacia las posiciones enemigas. El Comandante enemigo, teniente Keith Mills, adoptó el mismo temperamento al adivinar las intenciones de su oponente. El encuentro de ambos jefes se produjo en proximidades del mástil del muelle. El inglés indicó ser el oficial al mando y tras manifestar su intención de rendirse a cambio de un buen trato a sus hombres informó que tenía un herido que necesitaba urgente atención médica. Luego de tomarlo bajo custodia, Luna le ordenó que comunicara a su personal que deponga las armas y se acercara en forma individual con las manos sobre la cabeza para entregarse. Al poco rato emergieron del edificio verde 21 Royal Marines completamente desarmados y con las manos sobre la cabeza.El oficial inglés alertó sobre la presencia de civiles en la iglesia de la factoría ballenera (como hemos visto, estos civiles que eran un total de 13, ya habían sido descubiertos por la sección del cabo Fernández) e informó además el lugar, tipo de voladuras, minas, trampas explosivas colocadas para defensa que había en el muelle y varios sectores de la playa, las que serían levantadas y desactivadas por personal argentino e inglés.
A las 13:35 la Guerrico informa que se arría el pabellón británico, mientras los Royals Marines se presentan en la plaza, frente al mástil, desarmados y con las manos en alto.
A las 13:38 se ordena al Alouette efectuar el traslado de personal militar apostado en las
inmediaciones del Puma en las proximidades del muelle. Toda la situación había permanecido
invisible a ojos de Giusti, quien desde la margen opuesta de la caleta no escucho más disparos ni observó ningún movimiento, todo lo cual le produjo una comprensible sensación de incertidumbre sobre lo que estaba ocurriendo en la estación científica. Coincidentemente regresaron los dos hombres que habían partido en misión de reconocimiento. Mientras Giusti escuchaba atentamente sus informes fueron sobrevolados por el teniente Busson en el Alouette III el cual, tras posarse en tierra, les confirmó lo que ya todos sospechaban, que los Royal Marines se habían rendido. Enseguida se coordinó el traslado de la compañía hasta la estación científica en vuelos sucesivos. Para cuando aterrizaron los prisioneros ya estaban reunidos y bajo control de las tropas argentinas; fue allí cuando Giusti finalmente pudo verse las caras con su superior, poniéndolo al corriente de todo lo acontecido con su fracción.
Infantes custodian a los royals marines prisioneros
A las 13:45 la Guerrico informa que el teniente Luna ha reunido los prisioneros militares frente al mástil.
A las 14:10 mientras Luna inspecciona el muelle a efectos de detectar cargas explosivas, se destaca el Alouette con el Grupo Alfa de Astíz para dar comienzo a la evacuación de prisioneros y detenidos. Causó cierta conmoción a los argentinos enterarse de que el muelle de la Base Científica y una extensa porción de la playa (que incluía la lengua de tierra donde había desembarcado la sección de Luna) había sido minada con poderosos explosivos con el propósito de brindarles una calurosa bienvenida. Por fortuna el civil que había recibido la misión de activar el circuito eléctrico de las cargas explosivas, un científico del British Antartic Survey (BAS), optó por abandonar el lugar al inicio del combate evitándose así daños mayores a las instalaciones. Otro episodio un tanto más desagradable ocurrió cuando se le pidió a un sargento enemigo, experto en explosivos, ingresar a uno de los edificios del BAS que aún no había sido revisado. En primera instancia éste se negó de plano. Al conminárselo nuevamente a ingresar alertó a regañadientes a sus captores sobre la presencia de una bien disimulada trampa cazabobos que no había sido denunciada en el momento de la rendición. Tras inspeccionarse el lugar e intimarlo a que la desactivara se constató que dicho edificio contenía material radioactivo. Por fortuna el nivel de radiación era bajo por lo que no implicó riesgo alguno para nuestras tropas.
A las 14:17 la Guerrico informa que Luna ha verificado la existencia de explosivos en el muelle y procede a desactivarlos. El grupo Alfa de Astíz toma la ciudad y se hace cargo de desactivar las minas con ayuda de los marines ingleses.
Embarque de uno de los heridos de la fraccion Luna
A las 16:10 Luna informa que hay aproximadamente 15 científicos que se han dispersado por las inmediaciones, habiendo localizado a dos.
A las 16: 30 fue la hora final en que estuvo el Alouette reembarcando personal, material y evacuando heridos tras la rendición. Esta acción en Grytviken marcó el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina; por su destacada actuación el Teniente de Navío Busson, el Teniente de Corbeta Guerra y el Suboficial 2°Gatti recibieron la condecoración " Honor al Valor en Combate”.
A las 17:35 se ordena a Luna que proceda a efectuar el listado con carácter de urgente del personal y material necesario para una permanencia prolongada. Además de la orden de recuperar Grytviken, el teniente de navío Luna llevaba instrucciones: para el caso de que la superioridad enemiga hiciera imposible resistir, debía iniciar acciones de defensa para demostrar que se negociaba la rendición ante la desproporción de fuerzas.
A las 18:11 se le informa a Luna que se le va a proveer de dos operadores de radio.
A las 18:22 se le ordena a Luna que de alojamiento a los civiles británicos dispersos por las islas si se presentan. Misma orden acatara Astiz si se presentan en Leith. Algunos científicos ingleses habían quedado en las Georgias que por estar cumpliendo tareas en el interior de la isla y no alcanzaron a embarcarse en los buques que se alejaban. Una versión dice que hubo 3 científicos que escaparon (2 mujeres).
A las 19:03 el Endurance estada cerca del Cabo Decepción, en el extremo sur de Georgia, desde alrededor del mediodía y mando un Wasp en salida de reconocimiento hacia el final de la tarde en misión de inteligencia y apoyo moral a los Royals Marines. El helicóptero aterrizó en la cresta hacia el este de la bahía Cumberland, y apagó sus motores. El piloto y el observador vieron a los dos buques argentinos en la bahía y una cierta actividad en el barco y un helicóptero, pero la batalla ya había terminado. Insisto que no hay indicios claros de que sus helicópteros portaban AS.12, lo dudo porque de haber tenido poder de fuego, los ingleses como son, hubieran hecho acto de presencia amén de saber momento a momento los avances del ataque ya que la guarnición estaba en contacto radial con el Endurance, de tener capacidad de fuego al mediodía era el momento ideal, sin AAA, sin artillería, la Guerrico hubiese sido tiro al pato al igual que el Paraíso. El Endurance no había podido llegar a tiempo debido al temporal. Otra versión pone que el Endurance tuvo en radar al ARA Bahía Paraíso y que desestimaron el envío de los Wasp con misiles por considerar que el riesgo era elevado de herir a propias fuerzas. El HMS Endurance luego de los acontecimientos se retira hacia el norte para encontrarse con el HMS Ford Austin que traía suministros y permanecería en las aguas de las Georgias del Sur hasta el 5 de abril proporcionando inteligencia y dando comodidad como fuera posible a la poca gente del BAS que todavía estaba en la isla.
A las 20:05 ya se encuentran a bordo del Bahía Paraíso los 22 marines y 13 científicos ingleses prisioneros. Una anécdota recogida por el teniente Luna refleja clara¬mente el punto de vista inglés. Poco antes de que embarcaran los civiles un científico del BAS abordó a nuestro hombre con el cual entabló una breve conversación en inglés, su interés giraba en torno a los muertos y heridos de nuestro bando. Por alguna extraña razón se le informó (falsamente) que no había habido ninguno entre los nuestros y tan sólo un herido del lado inglés. Tras enterarse de la buena nueva dijo: ¡Gracias a Dios que sólo hubo un herido que lamentar, pues este pedazo de tierra no vale una sola vida humana!".
Astiz y su pequeño grupo de 14 comandos
Se desembarcan elementos, víveres y otros para la logística de los 36 infantes y un grupo de
5 voluntarios de las dotaciones de los buques que iban a quedarse (restados los 2 muertos y
3 heridos, pues el cabo Ibáñez volvió a tierra para estar con su gente)
La Guerrico reparó sus daños recuperando el 50% de su capacidad misilística e informa que
estaba lista para el regreso.
A las 20:10 el Bahía Paraíso y la Guerrico abandonan Grytviken hacia Puerto Leith. Antes el capitán del Bahía Paraíso le había dado 40 minutos a la tripulación del Puma para sacar todo lo que pudieran y para cuando se retiraron, el motor y una cantidad de instrumentos habían sido recuperados.
A las 23:00, mientras la Guerrico patrullaba la entrada a Bahìa Stromness, el Bahìa Paraìso
recuperó personal de su grupo de desembarco que a las órdenes del TNIM Cortèz había
reemplazado al Grupo Alfa formado inicialmente para la protección de los chatarreros en Leith y desembarcó al grupo de Astíz que debía permanecer en ese lugar. El Grupo Alfa estaría constituido por 14 Comandos Anfibios y Buzos Tácticos que guarnecerían la Estación Ballenera de Leith y a los 39 operarios argentinos enviados allí.
Por la noche se impone un Mensaje Naval con los requerimientos de Luna de personal y material necesarios para el sostén logístico y defensa de Grytviken. Cuando al otro día Lombardo asume el control operativo de la GT.60.1 anula estos requerimientos formulados y no destacar refuerzos para Grytviken en forma inmediata hasta poder estudiar el problema en detalle.
Las fuerzas argentinas desistieron de atacar las base del BAS en la isla Bird (ocupada desde 1957), en la bahía Schlieper, el glaciar Lyell y la bahía Saint Andrews, los 15 británicos del BAS se mantuvieron fuera del control argentino hasta la recuperación británica de las islas. La respuesta más factible sería que al ser derribado el Puma no tenían un medio de transporte rápido para tomar esos lugares ya que con la Guerrico dañada y el Bahía Paraíso con prisioneros podrían ser blancos de un ataque inglés sino regresaban rápido al continente. Los argentinos querían tomar Bird porque suponían que podía ser un lugar de apoyo logístico importante si las fuerzas británicas intentaban recuperar Georgias además los científicos podrían proporcionar mapas e información de los lugares ya que conocían Georgias a la perfección.
A la noche la “Task Force” informa: oficialmente se informa que las Malvinas, Georgias y
Sándwich del Sur están bajo soberanía argentina.
Uno de los Wasp del Endurance, estaban armados con los misiles al momento de la operación argentina?
Conclusiones del día
La fuerza argentina estuvo a pasos de ser derrotada, en la previa la presencia de la corbeta con su armamento pesado y ligero y sumando a sus misiles Exocet, mas el Bahía Paraíso con sus helicópteros y las tropas argentinas experimentadas y bien armadas no serian rival para 22 soldados británicos sin apoyo aéreo o naval alguno.
El primer error que se notó fue el de desestimar las informaciones de que el Endurance embarcaba tropas y pensar que todavía no las había desembarcado en Grytviken y confiarse en que sólo iban a enfrentar a un grupo de civiles con algún armamento aislado. La primera conclusión sería que aunque sólo hubiera personal científico se tendría que haber realizado la operación como si enfrente tuvieran una división completa.
De haberse llevado a cabo el plan original de Luna (desembarcar fuerzas especiales durante la noche para reconocer y asegurar un lugar para los helidesembarcos) se hubiera constatado la presencia militar y las tres oleadas hubieran desembarcado sin ningún contratiempo ni bajas. Los reconocimientos fallidos del Alouette, las imprecisiones en las comunicaciones llevaron a una casi derrota de la fuerza argentina.
De analizar los movimientos ingleses se supone que ellos resistirían lo que más pudieran para luego rendirse pero no guardaban muchas esperanzas de oponerse mucho tiempo, pero los hechos del Puma y la Guerrico los sorprendió y tal vez esa sorpresa y esa adrenalina de estar causando graves daños no les hizo percatar que podían haber derrotado a la primer oleada que estaba prácticamente rodeada y a metros de sus posiciones y haber estancado aún más la situación.
Porque teniendo varios puntos a favor Mills se rindió sorpresivamente?, según opiniones se destacan tres sucesos: el regreso de la corbeta ya con algunas de sus armas que empezaron a disparar contra sus posiciones, el desembarco de la tercera oleada que ya los dejaría en inferioridad de fuerzas pero tal vez y la más importante fue el retraso de la llegada del Endurance, si las sospechas son ciertas y sus Wasp tenían misiles AS.12 hubieran podido terminar de rematar a la Guerrico y haber provocado el total fracaso de la Operación Georgias.
Lo cierto es que una operación que tendría que haber sido rápida y sin casi sin oposición terminó con 3 argentinos muertos, al menos 13 heridos, un Puma derribado y la corbeta seriamente dañada. Aún ante todas éstas negativas hay que destacar el valor de los que participaron y que bajo circunstancias extremas supieron actuar con profesionalismo y determinación y evitar más bajas, lo de Busson y su Alouette es uno de los ejemplos elogiables ya que sin él toda la empresa no hubiera tenido éxito.