Hola a todos! Después las idas y vueltas de como fue la actuación de los Gurkas, otro mito y leyenda que se lee es sobre los famosos misiles misiles SA-7 que tenía Argentina, preguntas como porque no los usaron?, que versión eran?, porque no los dispararon los comandos?, porque no hicieron emboscadas con esos misiles a los helicópteros ingleses?, etc etc., me llevaron a investigar un poco y en el siguiente escrito trataremos de estar lo más cerca posible sobre la actuación de esta arma en el conflicto, seguramente faltarán relatos de propios protagonistas y algunos datos más precisos, pero de momento solo hay recortes de historias que trataré de conectarlos.
Datos del arma
Para hacer corta la explicación, muchos dicen que los SA-7 eran mejores que los Blowpipe, pero en la realidad no, y comparados con los Stingers menos efectivos aún, el resumen de las generaciones de misiles portátiles sería así:
1ra Generación: solamente se enganchan en las toberas de los aviones (ej Redeye, los SA-7 Strela)
2da Generación: además se puede disparar de frente a los aviones atacantes (ej Stinger, Igla).
3ra Generación: además de guiado IR, tienen dispositivos UV de guiado ,que aumenta su porcentaje de derribos. (Ej Ultimas versiones de Stinger B, SA18,Mistral)
Misil antiaéreo soviético 9k32 Strela -2
El 9K32 "Strela-2? o SA-7 Grail" por su denominación OTAN es un misil antiaéreo de baja cota y de guía infrarroja y pasiva, del tipo "dispara y olvida". Es portatil y fue diseñado para ser disparado desde el hombro. Fue la primera generación de misiles antiaéreos portátiles fabricados por la Unión Soviética, diseñado en los años 60 y que entró en servicio en el año 1968. Su producción en serie comenzó en 1970. Por su diseño es comparable al misil Redeye de origen Norteamericano. El 9K32M "Strela-2M", SA-7b "Grail Mod.1? por su denominación OTAN, fue una mejora introducida en el año 1971 sobre el modelo anterior, aumentando su alcance y el tamaño de la cabeza de guerra. También se mejoró el sistema de guiado.
Funcionamiento
La guía infrarroja pasiva consiste básicamente en un dispositivo instalado en el misil que detecta la radiación infrarroja que desprende el objeto al que se apunta, en una aeronave típicamente el motor o motores, bordes de ataque, etc. Una vez seleccionado el blanco por el operador, el dispositivo adquiere la firma infrarroja del objetivo. Al efectuarse el disparo, el misil iniciará la persecución del blanco, según diferentes trayectorias, y el dispositivo infrarrojo, enviará al sistema de guiado del misil datos sobre la posición del objetivo, corrigiendo la trayectoria del misil según las variaciones en su trayectoria. Bien al acercarse el misil a su objetivo (si está dotado de una espoleta de proximidad), bien al impactar en el mismo, la cabeza de guerra hará explosión.
La guía infrarroja pasiva consiste básicamente en un dispositivo instalado en el misil que detecta la radiación infrarroja que desprende el objeto al que se apunta, en una aeronave típicamente el motor o motores, bordes de ataque, etc. Una vez seleccionado el blanco por el operador, el dispositivo adquiere la firma infrarroja del objetivo. Al efectuarse el disparo, el misil iniciará la persecución del blanco, según diferentes trayectorias, y el dispositivo infrarrojo, enviará al sistema de guiado del misil datos sobre la posición del objetivo, corrigiendo la trayectoria del misil según las variaciones en su trayectoria. Bien al acercarse el misil a su objetivo (si está dotado de una espoleta de proximidad), bien al impactar en el mismo, la cabeza de guerra hará explosión.
Caracteristicas del Strela-2 (SA-7)
Pais: Unión Soviética.
Fabricante: KBM (Kolomna)
Peso del misil: descargado 9,15 kg.
Peso del sistema completo en posición de tiro: 14,5 kg.
Longitud del misil: 1420 mm
Velocidad máxima: 430 metros por segundo (Strela-2) y 500 metros por segundo (Strela -2M)
Cota de empleo: Mínima 50 metros; máxima 1500 metros
Alcance máximo: 3700 metros. (Strela -2M) 4200 metros
Alcance efectivo: 800 metros (Strela -2M)
Diámetro del misil: 72 mm.
Cabeza de Guerra: Explosivo de fragmentación dirigida.370g de HE
Tiempo de entrada en posición de tiro: 10 s.
Tiempo de autodestrucción: de 12 a 15 s.
Altitud: 50 a 1500 m (Strela-2) 50 a 2300m (Strela-2M)
La llegada
Hubo misiles que provenían de Libia (habrían ido para el EA) y otros llegaron vía Perú (para la FAA). Lo que no queda claro cuando llegaron a Argentina, cantidades de misiles y lanzadores, de que arsenal provenían (¿algunos triangulados desde Bulgaria?). Vamos con la historia de cada llegada de las armas.
Los misiles peruanos
En 1982, el entonces presidente peruano, Fernando Belaunde Terry, decidió ayudar con determinación a la Argentina en la guerra con Gran Bretaña. Su gobierno no dudó en enviar armamentos y oficiales para entrenar en su uso a las tropas argentinas, y permitió la triangulación para que también Israel hiciera llegar su apoyo. Protagonistas directos de la ayuda revelan los detalles de esas operaciones secretas. Aviones de Aerolíneas Argentinas también participaron de esos envíos.
La ayuda peruana a la Argentina durante la guerra de Malvinas alcanzó niveles pocas veces vistos en un enfrentamiento bélico en tiempos modernos, sin embargo, es poco reconocida en el país e, incluso, fue olvidada por el gobierno de Carlos Menem cuando decidió venderle armas a Ecuador durante el conflicto que mantenían ambas naciones por la Cordillera del Cóndor, en 1995.
La colaboración surgió a pedido de la administración de Leopoldo Fortunato Galtieri, cuando envió al secretario general de la Presidencia, el general Héctor Iglesias, y al jefe de la casa militar, el contralmirante Roberto Moya, el 4 de mayo para que se entrevistaran con su colega Fernando Belaunde Terry en Lima.
La reunión con el mandatario duró dos horas y, allí, le solicitaron ayuda para afrontar la guerra. “La visita fue con una lista de armamentos. Pedían de todo: submarinos, barcos de superficie, aviones Sukhoi, el Mig, los Mirage”, recuerda el congresista Víctor García Belaunde, por entonces, secretario de la Presidencia del Perú.
Belaunde Terry, quien estaba mediando en el conflicto, decidió apoyar a la Argentina, luego de que fracasara la última propuesta que le envió a Galtieri el 5 de mayo cerca de la medianoche, y les ordenó a sus ministros que colaboraran en todo lo que fuera necesario.
En 1982, el entonces presidente peruano, Fernando Belaunde Terry, decidió ayudar con determinación a la Argentina en la guerra con Gran Bretaña. Su gobierno no dudó en enviar armamentos y oficiales para entrenar en su uso a las tropas argentinas, y permitió la triangulación para que también Israel hiciera llegar su apoyo. Protagonistas directos de la ayuda revelan los detalles de esas operaciones secretas. Aviones de Aerolíneas Argentinas también participaron de esos envíos.
La ayuda peruana a la Argentina durante la guerra de Malvinas alcanzó niveles pocas veces vistos en un enfrentamiento bélico en tiempos modernos, sin embargo, es poco reconocida en el país e, incluso, fue olvidada por el gobierno de Carlos Menem cuando decidió venderle armas a Ecuador durante el conflicto que mantenían ambas naciones por la Cordillera del Cóndor, en 1995.
La colaboración surgió a pedido de la administración de Leopoldo Fortunato Galtieri, cuando envió al secretario general de la Presidencia, el general Héctor Iglesias, y al jefe de la casa militar, el contralmirante Roberto Moya, el 4 de mayo para que se entrevistaran con su colega Fernando Belaunde Terry en Lima.
La reunión con el mandatario duró dos horas y, allí, le solicitaron ayuda para afrontar la guerra. “La visita fue con una lista de armamentos. Pedían de todo: submarinos, barcos de superficie, aviones Sukhoi, el Mig, los Mirage”, recuerda el congresista Víctor García Belaunde, por entonces, secretario de la Presidencia del Perú.
Belaunde Terry, quien estaba mediando en el conflicto, decidió apoyar a la Argentina, luego de que fracasara la última propuesta que le envió a Galtieri el 5 de mayo cerca de la medianoche, y les ordenó a sus ministros que colaboraran en todo lo que fuera necesario.
“Todo eso fue hecho con el visto bueno de Belaunde porque los militares no podían ni estaban autorizados a hacer nada si no contaban con su aprobación. Ellos sabían que tenían su respaldo total y estaban deseosos por colaborar”, recuerda el legislador.
En tanto, el teniente general José Zlatar Stambuk, por ese entonces comandante de Material
de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), destaca que “iniciada la invasión inglesa y reunidos los miembros del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), al conocerse la decisión de cuatro países americanos que no confirmaron la aplicación del Tratado, el gobierno peruano dispuso se preste apoyo incondicional en forma unilateral”.
Así, el 6 de mayo aterrizó en la base aérea de El Palomar un Lockheed L-100 de la FAP ( la versión civil del C-130 Hércules) proveniente de Lima cargado con munición, cohetes, misiles y bombas, entre ellos 120 lanzadores portátiles tierra aire SA-7 Strela 2, de origen soviético con alrededor de 40 lanzadores.
Junto con esto, arribaron dos oficiales peruanos para entrenar a sus pares en las Malvinas y a un tercero para hacer lo propio con los militares que estaban en Comodoro Rivadavia.
Junto con esto, arribaron dos oficiales peruanos para entrenar a sus pares en las Malvinas y a un tercero para hacer lo propio con los militares que estaban en Comodoro Rivadavia.
La primera capacitación la dio el teniente Ramírez a un grupo de oficiales y suboficiales en la IX Brigada Aérea de la ciudad chubutense, donde les explicó cómo se utilizaban los misiles.“Me llevaron adentro de un hangar para la instrucción, todo medio misterioso. Sólo salimos cuando nos explicó de qué manera se encendía el misil y la cabeza buscadora del blanco. Nos dio un manual, una clase teórica y una práctica”, afirma el comodoro (R) Walter Garay quien participó del curso.
Sin embargo, Ramírez no se conformó con eso pidió cruzar a las Malvinas para combatir contra los ingleses, pero la comandancia de la Fuerza Aérea Sur le prohibió que lo hiciera.“Era muy gaucho y consustanciado con el tema, quería cruzar. Hasta lo tenían que controlar para que no se subiera a un Hércules”, recuerda el brigadier (R) Jaime Ugarte, quien también participó de la capacitación y el 7 de mayo voló rumbo a Puerto Argentino junto a Garay y un grupo de suboficiales.
Sin embargo, otros dos oficiales peruanos tuvieron mejor suerte y cruzaron el 9 de mayo, en forma secreta, a Puerto Argentino y, enseguida, fueron enviados en un helicóptero Bell 212 junto con dos lanzadores y ocho misiles SA-7 a Pradera del Ganso. “Llegaron los misiles con los técnicos peruanos, casi en forma simultánea, a darnos las clases sobre cómo operar esos misiles que nosotros no teníamos”, afirma el brigadier (R) Wilson Pedrozo, quien estaba a cargo de la Base Aérea Cóndor.
Allí, quedaron a las órdenes del jefe de Operaciones, el vice comodoro (retirado como comodoro) Oscar Vera Mantarás, quien les asignó a los pilotos más jóvenes de Pucará, entre ellos el teniente Hernán Calderón, para que los entrenara y así pudieran operarlos cuando no volaran. “Los oficiales de la Fuerza Aérea Peruana estuvieron un par de días y le dieron instrucción a un grupo de nuestros aviadores y ellos, después, se lo transmitieron a otros de nuestra base. Tenían unas ganas bárbaras de quedarse y no los dejamos porque no podíamos tenerlos ahí”, resalta.
Finalmente, luego de realizar los cursos con los pilotos regresaron en helicóptero a Puerto Argentino y, desde allí, fueron trasladados en un Hércules hacia Comodoro Rivadavia.
El 14 de mayo por la noche, había partido desde la base de Pisco otro Hércules rumbo a Buenos Aires cargado con más insumos bélicos. “Me subí al avión con la tripulación, decolé rumbo a una base aérea al norte de Lima en la que cargué pertrechos y, luego, fui a otra donde hicieron lo mismo y me dijeron que debía volar a El Palomar –afirma el general Raúl Dueñas Rospigliosi, uno de los pilotos–. La ruta fue sobre Bolivia pero sin comunicar nada a nadie. Era una operación totalmente secreta. Llegué a las 10 de la mañana del 15 de mayo llevando unas 23 toneladas de munición, cohetes, misiles, bombas”. Puede ser que en este vuelo hayan llegado más sistemas SA-7.
Sin embargo, Ramírez no se conformó con eso pidió cruzar a las Malvinas para combatir contra los ingleses, pero la comandancia de la Fuerza Aérea Sur le prohibió que lo hiciera.“Era muy gaucho y consustanciado con el tema, quería cruzar. Hasta lo tenían que controlar para que no se subiera a un Hércules”, recuerda el brigadier (R) Jaime Ugarte, quien también participó de la capacitación y el 7 de mayo voló rumbo a Puerto Argentino junto a Garay y un grupo de suboficiales.
Sin embargo, otros dos oficiales peruanos tuvieron mejor suerte y cruzaron el 9 de mayo, en forma secreta, a Puerto Argentino y, enseguida, fueron enviados en un helicóptero Bell 212 junto con dos lanzadores y ocho misiles SA-7 a Pradera del Ganso. “Llegaron los misiles con los técnicos peruanos, casi en forma simultánea, a darnos las clases sobre cómo operar esos misiles que nosotros no teníamos”, afirma el brigadier (R) Wilson Pedrozo, quien estaba a cargo de la Base Aérea Cóndor.
Allí, quedaron a las órdenes del jefe de Operaciones, el vice comodoro (retirado como comodoro) Oscar Vera Mantarás, quien les asignó a los pilotos más jóvenes de Pucará, entre ellos el teniente Hernán Calderón, para que los entrenara y así pudieran operarlos cuando no volaran. “Los oficiales de la Fuerza Aérea Peruana estuvieron un par de días y le dieron instrucción a un grupo de nuestros aviadores y ellos, después, se lo transmitieron a otros de nuestra base. Tenían unas ganas bárbaras de quedarse y no los dejamos porque no podíamos tenerlos ahí”, resalta.
Finalmente, luego de realizar los cursos con los pilotos regresaron en helicóptero a Puerto Argentino y, desde allí, fueron trasladados en un Hércules hacia Comodoro Rivadavia.
El 14 de mayo por la noche, había partido desde la base de Pisco otro Hércules rumbo a Buenos Aires cargado con más insumos bélicos. “Me subí al avión con la tripulación, decolé rumbo a una base aérea al norte de Lima en la que cargué pertrechos y, luego, fui a otra donde hicieron lo mismo y me dijeron que debía volar a El Palomar –afirma el general Raúl Dueñas Rospigliosi, uno de los pilotos–. La ruta fue sobre Bolivia pero sin comunicar nada a nadie. Era una operación totalmente secreta. Llegué a las 10 de la mañana del 15 de mayo llevando unas 23 toneladas de munición, cohetes, misiles, bombas”. Puede ser que en este vuelo hayan llegado más sistemas SA-7.
Los misiles libios
El acuerdo entre la Argentina y Libia para suministro de armas fue suscripto el 27 de mayo de 1982 entre el presidente Galtieri y el brigadier Mustafá Muhammad Al Jarrubí, comandante de las Fuerzas Armadas libias. El acuerdo calificaba como “bárbara” la “odiosa agresión imperialista británica” y anunciaba el envío de armas al régimen de Galtieri entre los que figuraban 20 misiles Istrella lanzador Kasef; 60 misiles Istrella proyectiles Maksuf, contenido del acuerdo en “Documento secreto. Malvinas”, Somos, Nº 540, 28 de enero de 1987, especialmente apartado “Las armas libias”, pp. 28-29. (...).Según SIPRI, los misiles "libios" fueron 50, con 10 lanzadores. Lisandro. Procedencia, Bulgaria.
Empezando el 28 de mayo (y hasta los primeros días de junio) y en un número pequeño de vuelos de aviones de AA y de la FAA, llegó a Buenos Aires el mencionado cargamento. En los vuelos que hicieron los B707 no había manifiestos de carga, por lo que va a ser muy difícil saber que traían a ciencia cierta. Los aviones eran cargados por los libios y entregados a las tripulaciones Argentinas listos para decolar.
En el libro comentan que, en uno de los vuelos, tuvieron serios problemas para despegar por estar totalmente pasados de peso. El 28 de mayo, en otro C-130 se transportan 60 misiles a las islas (no queda claro el origen y si dan los tiempos para que sean los "libios", pero como dato el C-130 arribó a última hora a Malvinas). Da la sensación que los SAM-7 libios eran, nomás, de los stock libios.
Pareciera ser que a Libia se le entregaba parte de la producción de misiles / lanzadores que se fabricaban en aquel país y, desde 1973 a 1986, se entregaron 20.000 ejemplares. Los manuales entregados a los libios estaban en ruso.
Para el 1° de junio, CEOPECON informa que no puede enviar más misiles portátiles antiaéreos a Malvinas ya que "no hay más en existencia en el país” . El 12 de junio aterrizó el TC-66 en Puerto Argentino, llevando (entre otra carga) 6 lanzadores y 24 misiles SAM-7.
El acuerdo entre la Argentina y Libia para suministro de armas fue suscripto el 27 de mayo de 1982 entre el presidente Galtieri y el brigadier Mustafá Muhammad Al Jarrubí, comandante de las Fuerzas Armadas libias. El acuerdo calificaba como “bárbara” la “odiosa agresión imperialista británica” y anunciaba el envío de armas al régimen de Galtieri entre los que figuraban 20 misiles Istrella lanzador Kasef; 60 misiles Istrella proyectiles Maksuf, contenido del acuerdo en “Documento secreto. Malvinas”, Somos, Nº 540, 28 de enero de 1987, especialmente apartado “Las armas libias”, pp. 28-29. (...).Según SIPRI, los misiles "libios" fueron 50, con 10 lanzadores. Lisandro. Procedencia, Bulgaria.
Empezando el 28 de mayo (y hasta los primeros días de junio) y en un número pequeño de vuelos de aviones de AA y de la FAA, llegó a Buenos Aires el mencionado cargamento. En los vuelos que hicieron los B707 no había manifiestos de carga, por lo que va a ser muy difícil saber que traían a ciencia cierta. Los aviones eran cargados por los libios y entregados a las tripulaciones Argentinas listos para decolar.
En el libro comentan que, en uno de los vuelos, tuvieron serios problemas para despegar por estar totalmente pasados de peso. El 28 de mayo, en otro C-130 se transportan 60 misiles a las islas (no queda claro el origen y si dan los tiempos para que sean los "libios", pero como dato el C-130 arribó a última hora a Malvinas). Da la sensación que los SAM-7 libios eran, nomás, de los stock libios.
Pareciera ser que a Libia se le entregaba parte de la producción de misiles / lanzadores que se fabricaban en aquel país y, desde 1973 a 1986, se entregaron 20.000 ejemplares. Los manuales entregados a los libios estaban en ruso.
Para el 1° de junio, CEOPECON informa que no puede enviar más misiles portátiles antiaéreos a Malvinas ya que "no hay más en existencia en el país” . El 12 de junio aterrizó el TC-66 en Puerto Argentino, llevando (entre otra carga) 6 lanzadores y 24 misiles SAM-7.
Despliegue en las unidades
Los lugares mencionados donde fueron desplegados con seguridad fueron en la BAM Cóndor y en Puerto Argentino había pequeños pelotones protegiendo la instalación ITB de Exocets. También existen versiones de que en las posiciones del BIM-5 había suboficiales que recorrían continuamente la línea con los SA-7. Otra unidad Argentina que opero con estos misiles fue Grupo 1 de Artilleria Antiaérea de la FAA (Fuerza Aérea Argentina) ubicados en Puerto Argentino.
En el libro "Malvinas, en primera línea", se relata la acción de una sección del Ejercito Argentino que recibió los misiles SA-7. Los misiles según el libro habían venido con los manuales en ruso y los operadores no tenían ninguna experiencia anterior con ningún misil SA. Cuando les entregaron los misiles les dieron un papel escrito a mano que decía como operar los mismos, al parecer había un periodista de Canal 7 que cubría la guerra (Nicolás Kasanzew?), éste ayudó a los soldados a hacer las traducciones de las instrucciones de los SA-7 para que pudieran utilizarlos, ya que él hablaba ruso. Estos SA-7 eran infrarrojos , con lo cual la aeronave cuando entraba dentro de la envolvente del detector hacía sonar una chicharra que le avisara al operador que lo lanzara. Una versión más de esta llegada es que que nunca se reciben los manuales de uso, y que el asesor militar peruano que les hace la "capacitación" les dejo un papelito con las instrucciones, que en realidad estaban al revés!.
En el libro "Malvinas, en primera línea", se relata la acción de una sección del Ejercito Argentino que recibió los misiles SA-7. Los misiles según el libro habían venido con los manuales en ruso y los operadores no tenían ninguna experiencia anterior con ningún misil SA. Cuando les entregaron los misiles les dieron un papel escrito a mano que decía como operar los mismos, al parecer había un periodista de Canal 7 que cubría la guerra (Nicolás Kasanzew?), éste ayudó a los soldados a hacer las traducciones de las instrucciones de los SA-7 para que pudieran utilizarlos, ya que él hablaba ruso. Estos SA-7 eran infrarrojos , con lo cual la aeronave cuando entraba dentro de la envolvente del detector hacía sonar una chicharra que le avisara al operador que lo lanzara. Una versión más de esta llegada es que que nunca se reciben los manuales de uso, y que el asesor militar peruano que les hace la "capacitación" les dejo un papelito con las instrucciones, que en realidad estaban al revés!.
Con la guerra ya en su punto más álgido, con los británicos haciendo pie en San Carlos, con los ataques aéreos británicos cada vez más frecuentes y con la pérdida del GC-83 el 22 de mayo, se consultó al Comando Naval Malvinas (CONAVINAS) la posibilidad para la gente de Prefectura Naval Argentina en las islas de contar con algunas unidades de los misiles antiaéreos SA-7 “Strela-2” ("Grail" según la nomenclatura OTAN) de origen ruso arribados a las islas gracias a la ayuda militar Libia. La respuesta fue negativa y por ello los prefecturianos debieron conformarse utilizando las armas asignadas desde un principio.
En la separata 10 de la revista Desembarco, se cuenta que en una oportunidad personal del RI-7 presta algunas de sus lanzaderas de SA-7 al personal destacado en la bahía Camber (BIM-2 y BIM-3). Al final estos no consiguen hacer ningún disparo y los devuelven.
Actuación
Para algunos analistas siempre llamó la atención porque ningún SA-7 se empleó contra los helicópteros británicos que no poseían ningún tipo de defensa contra estos dispositivos (como los Wessex o Sea King) a excepción de algunos Scouts y Gazelles que llevaban protección IR. Los SA-7 lanzados, algunos fallaron por problemas de guiado y los que se dirigían a los Harrier, fueron neutralizados por las bengalas lanzadas por los mismos.
Ejercito en Puerto Argentino
Ejercito en Puerto Argentino
No hay registro de que los pudiesen usar en Puerto Argentino aunque hay testimonios de lanzamientos por partes de soldados del EA (que lo vieron) pero todos infructuosos por ser de versiones primitivas.
En el libro “Malvinas, en primera línea”en el primer lanzamiento del encargado de la sección del Ejército que menciona el libro, tiro cuando la chicharra le indico que el calor de las toberas del avión había sido tomado por la cabeza buscadora del misil, pero el misil impacto contra el terreno a los pocos metros casi cayendo sobre tropa propia.
En el segundo lanzamiento levanto unos grados el lanzador y ahí si el misil siguió al Harrier/Sea Harrier, aunque por el muy corto alcance del misil no llego a darle.
Según el Informe Oficial de la Fuerza Aérea de la Campaña en Malvinas el día Jueves 27 de Mayo de 1982 a las11:10 hs hubo un ataque aéreo con tres aviones sobre BAM Malvinas. Un puesto de observación aérea, equipado con misiles SAM-7, tiró y reclamó un probable derribo.
Uno de los relatos respecto a su utilización pertenece al libro "Comando en Acción" de Isidoro Ruiz Moreno. Un disparo fue realizado contra un Sea Harrier volando a baja altitud e inicialmente iba bien dirigido, pero cuando el avión giró violentamente el misil perdió el rastro. Muchos fueron luego capturados. Los misiles fueron suministrados por Libia.
Durante el alto al fuego del 14 de Junio, los argentinos dejaron preparadas armas y municiones de todo tipo para una eventual última batalla por Puerto Argentino, muchas cajas conteniendo misiles Strela-2 fueron dejados intactos para ser usadas en esa última batalla que nunca llegaría, ya que le siguió la firma de la rendición. Luego de la rendición argentina, muchos de estos misiles soviéticos fueron capturados por las fuerzas británicas.
En el libro “Malvinas, en primera línea”en el primer lanzamiento del encargado de la sección del Ejército que menciona el libro, tiro cuando la chicharra le indico que el calor de las toberas del avión había sido tomado por la cabeza buscadora del misil, pero el misil impacto contra el terreno a los pocos metros casi cayendo sobre tropa propia.
En el segundo lanzamiento levanto unos grados el lanzador y ahí si el misil siguió al Harrier/Sea Harrier, aunque por el muy corto alcance del misil no llego a darle.
Según el Informe Oficial de la Fuerza Aérea de la Campaña en Malvinas el día Jueves 27 de Mayo de 1982 a las11:10 hs hubo un ataque aéreo con tres aviones sobre BAM Malvinas. Un puesto de observación aérea, equipado con misiles SAM-7, tiró y reclamó un probable derribo.
Uno de los relatos respecto a su utilización pertenece al libro "Comando en Acción" de Isidoro Ruiz Moreno. Un disparo fue realizado contra un Sea Harrier volando a baja altitud e inicialmente iba bien dirigido, pero cuando el avión giró violentamente el misil perdió el rastro. Muchos fueron luego capturados. Los misiles fueron suministrados por Libia.
Durante el alto al fuego del 14 de Junio, los argentinos dejaron preparadas armas y municiones de todo tipo para una eventual última batalla por Puerto Argentino, muchas cajas conteniendo misiles Strela-2 fueron dejados intactos para ser usadas en esa última batalla que nunca llegaría, ya que le siguió la firma de la rendición. Luego de la rendición argentina, muchos de estos misiles soviéticos fueron capturados por las fuerzas británicas.
Ejército en Isla Gran Malvina
Una tercera versión de despliegue se agrega a estos relatos, Volviendo al tema que nos convoca, en el libro "Malvinas, una pequeña historia" del C.F VGM Verón, en donde relata sus experiencias en el Bahía Suceso, en el Isla de los Estados y posteriormente en Bahía Fox, hace mención a disparos realizados con misiles SA-7 en Bahía Fox.
Una tercera versión de despliegue se agrega a estos relatos, Volviendo al tema que nos convoca, en el libro "Malvinas, una pequeña historia" del C.F VGM Verón, en donde relata sus experiencias en el Bahía Suceso, en el Isla de los Estados y posteriormente en Bahía Fox, hace mención a disparos realizados con misiles SA-7 en Bahía Fox.
BIM-5
En cuanto a esta unidad según los datos del libro del CLIM Robacio dice que los lanzadores SA-7 de los defensores no funcionaron por fallas en las baterías.
Regimiento de Infantería 4
También hay un apasionante relato de parte del actual General de Brigada Diego Alejandro
Soria, quien fuera el comandante del Regimiento de Infantería 4 en Malvinas y que tuviera una destacada actuación cumpliendo una verdadera misión "de sacrificio". Del detallado informe de su Comandante extraigo el siguiente parrafo que aclara, de primera mano, lo de los misiles sovieticos:
"La Unidad nunca descansaba al completo, manteniendo permanentemente una parte de su personal en alerta. También sufrimos esporádicos ataques de aviones con cohetes. El Regimiento carecía de armas antiaéreas orgánicas, pero a mediados de mayo se recibieron algunos lanzadores individuales de misiles tierra-aire de origen soviético provistos por las Fuerzas Armadas Peruanas. Lamentablemente, no teníamos personal que conociera dichas armas; a los oficiales que se las proveyó para su uso, se les dio una somera explicación sobre su manejo. Pese a ello llegaron a lanzarse algunos misiles contra aeronaves enemigas, pero lógicamente no dieron en el blanco." También se cita que los SA-7 venían de Perú.
Regimiento de Infantería 4
También hay un apasionante relato de parte del actual General de Brigada Diego Alejandro
Soria, quien fuera el comandante del Regimiento de Infantería 4 en Malvinas y que tuviera una destacada actuación cumpliendo una verdadera misión "de sacrificio". Del detallado informe de su Comandante extraigo el siguiente parrafo que aclara, de primera mano, lo de los misiles sovieticos:
"La Unidad nunca descansaba al completo, manteniendo permanentemente una parte de su personal en alerta. También sufrimos esporádicos ataques de aviones con cohetes. El Regimiento carecía de armas antiaéreas orgánicas, pero a mediados de mayo se recibieron algunos lanzadores individuales de misiles tierra-aire de origen soviético provistos por las Fuerzas Armadas Peruanas. Lamentablemente, no teníamos personal que conociera dichas armas; a los oficiales que se las proveyó para su uso, se les dio una somera explicación sobre su manejo. Pese a ello llegaron a lanzarse algunos misiles contra aeronaves enemigas, pero lógicamente no dieron en el blanco." También se cita que los SA-7 venían de Perú.
Regimiento de Infantería 12
En Pradera del Ganso (Goose Green), se destacó a una patrulla del RI-12 que sería capturada por gurkhas en los primeros días de junio. Se les incautó un SA-7. Lo raro es que lo capturaron patrullas helitransportadas en Scout y no se disparó contra ellas. Hay una foto de un soldado inglés en Pradera del Ganso (Goose Green) apuntando un Strela incautado. Según versiones de observadores ROA argentinos en la zona, los dos SA-7 con 8 misiles desplegados en el Istmo de Darwin dispararon toda su munición y hasta vinieron con manuales en español. En el libro Batallas de Malvinas, por aquí apuntan a que los misiles SA-7 de Pradera del Ganso habrían llegado el día 14 con cadetes de la escuela de Aviación.
En Pradera del Ganso (Goose Green), se destacó a una patrulla del RI-12 que sería capturada por gurkhas en los primeros días de junio. Se les incautó un SA-7. Lo raro es que lo capturaron patrullas helitransportadas en Scout y no se disparó contra ellas. Hay una foto de un soldado inglés en Pradera del Ganso (Goose Green) apuntando un Strela incautado. Según versiones de observadores ROA argentinos en la zona, los dos SA-7 con 8 misiles desplegados en el Istmo de Darwin dispararon toda su munición y hasta vinieron con manuales en español. En el libro Batallas de Malvinas, por aquí apuntan a que los misiles SA-7 de Pradera del Ganso habrían llegado el día 14 con cadetes de la escuela de Aviación.
Regimiento de Caballería de Tanques 8
Y otra más conocida tomada por el Harrier GR-3 pilotado por el Flt Lt Mark Hare en el Monte Dos Hermanas, en la que se aprecia al cabo 1º Hugo Gabino Mac Dougall que integraba un puesto de tiro junto a los soldados Bustingorri y Ortiz. Un segundo puesto de tiro de Blowpipe en el mismo monte estaba integrado por el cabo 1º Martinez Sixto y los soldados Bordón y Colman. Los seis eran miembros del Regimiento de Caballería de Tanques 8. El propio Mac Dougall relata que adicionalmente había un tercer puesto de tiro de la FAA con misiles SA-7 (fuente Hugo Gabino Mac Dougall en Facebook "El misil Blowpipe") y que al parecer aparecería en la misma foto. Comenta que hicieron dos disparos los días 8 y 10 de junio, y uno más en fecha indeterminada del equipo de SA-7. Todos ellos fallidos.
Y otra más conocida tomada por el Harrier GR-3 pilotado por el Flt Lt Mark Hare en el Monte Dos Hermanas, en la que se aprecia al cabo 1º Hugo Gabino Mac Dougall que integraba un puesto de tiro junto a los soldados Bustingorri y Ortiz. Un segundo puesto de tiro de Blowpipe en el mismo monte estaba integrado por el cabo 1º Martinez Sixto y los soldados Bordón y Colman. Los seis eran miembros del Regimiento de Caballería de Tanques 8. El propio Mac Dougall relata que adicionalmente había un tercer puesto de tiro de la FAA con misiles SA-7 (fuente Hugo Gabino Mac Dougall en Facebook "El misil Blowpipe") y que al parecer aparecería en la misma foto. Comenta que hicieron dos disparos los días 8 y 10 de junio, y uno más en fecha indeterminada del equipo de SA-7. Todos ellos fallidos.
Regimiento de Infantería 25
Defensa superficie – aire en la Guerra de Malvinas: misiles SA 7
Por el Cnl “VGM” Héctor Rodolfo Flores
La defensa superficie – aire es uno de los aspectos de naturaleza conjunta que tuvo una destacada actuación en la defensa de Puerto Argentino; dentro de ésta, requiere un tratamiento especial la defensa superficie – aire realizada por los Regimientos de Infantería con los misiles SA 7 de origen ruso. Lo aquí desarrollado refleja el conocimiento y experiencias extraídas sobre el tema en cuestión por el autor durante la Guerra, que formaba parte del Regimiento de Infantería 25 (RI 25).
Por el Cnl “VGM” Héctor Rodolfo Flores
La defensa superficie – aire es uno de los aspectos de naturaleza conjunta que tuvo una destacada actuación en la defensa de Puerto Argentino; dentro de ésta, requiere un tratamiento especial la defensa superficie – aire realizada por los Regimientos de Infantería con los misiles SA 7 de origen ruso. Lo aquí desarrollado refleja el conocimiento y experiencias extraídas sobre el tema en cuestión por el autor durante la Guerra, que formaba parte del Regimiento de Infantería 25 (RI 25).
Foto del Harrier de reconocimiento: Los Harriers en forma permanente hacían misiones de reconocimiento fotografiando las posiciones Argentinas...en esta foto los muchachos ya los vieron y los misiles están a punto de salir, según el reconocimiento que el personal de inteligencia Británico hizo de esta foto hay dos misiles portátiles apuntando, un Blowpipe casualmente de origen británico y un SA-7 de origen soviético, anteriormente una fotografía similar fue comentada por el personal argentino que está en la foto y que recordemos hablaban solo de Blowpipe y no del SA-7
Conclusión
El misil llegó en buenas cantidades pero en una versión primitiva, tal vez podría haberse usado en alguna emboscada por parte de tropas o comandos pero el hecho de la poca familiaridad con el arma, su llegada tardía, su poco entrenamiento lanzando el arma y hasta la “desconfianza” de disparar algo que en algunos casos ni estaba en propio idioma llevaron a que el arma estuviera casi sin sacarse de las cajas en que llegaron. Podría haber sido usado de manera disuasoria para complementar aun más el nutrido fuego antiaéreo de la capital de las islas pero lo cierto es que el arma estuvo, se usó muy limitadamente y fracaso en su misión primordial de proteger a la infantería argentina.
Fuentes utilizadas:
http://www.diasdehistoria.com.ar/content/la-ayuda-de-per%C3%BA-en-el-conflicto-fue-generosa-y-poco-reconocidaPágina web Zona Militar
Libro "Batallas de Malvinas" de Pablo Camogli
Libro "Comandos en Acción" de I.J. Ruiz Moreno
Libro "Señales de Guerra" de Lawrence Freedman
Revistas "Máquinas de Guerra"