Con la conmemoración de la recuperación de las Islas Malvinas el 2 de Abril de 1982, siempre se recuerda la operación Rosario y todo el despliegue realizado por las fuerzas argentinas para recuperar las Islas; sin embargo muy pocos saben ó recuerdan que ése mismo día se llevó a cabo un helidesembarco que tuvo la particularidad de registrar la primera operación de un helicóptero argentino en las Malvinas. Para seguir conociendo muchas de las historias que aun deben ser contadas y a modo de reconocimiento de éste singular hecho, les dejo ésta historia.
La Operación Rosario, dentro de las distintas acciones militares que tenía previsto para la recuperación de las islas, incluía un helidesembarco desde el rompehielos Almirante Irizar de personal perteneciente a la Infantería de Marina y del Regimiento de Infantería RI25. El Irizar era por entonces junto al Bahía Paraíso, la única unidad naval con plataforma de aterrizaje y hangar para dos helicópteros medios. Por tal motivo se decidió utilizar ésta capacidad para realizar un movimiento de tropas que acompañaría el despliegue de las unidades anfibias. Debido a la reducida disponibilidad de los helicópteros Sea King, se decidió embarcar en el Irizar un solo ejemplar de éste modelo que seria acompañado por un SA330L Puma del Ejército. Los otros dos Sea King disponibles operarían desde el portaaviones 25 de Mayo. Una vez determinadas las responsabilidades de cada unidad, se determinó que éste helidesembarco tendría como función apoyar al Batallón de Infantería de Marina 2 (BIM2) en la toma del aeropuerto y el control de sus accesos a modo de permitir la operación de los Hércules y Fokker F-28 que integrarían el asalto aéreo (Aries 82) durante ése primer día de operaciones.
El 28 de Marzo zarpó desde la base naval de Puerto Belgrano la fuerza de tareas 40 (FT40) integrada por los transportes Isla de los Estados, Cabo San Antonio e Irizar junto con el grupo escolta con los destructores Hércules, Santísima Trinidad y las corbetas Drumond y Grandville. Al segundo día de navegación la situación climática desmejoró considerablemente generándose un temporal con vientos de hasta 85 km y oleaje que llegaba a superar los 10 metros. Esta situación provocó una considerable demora en la formación por cuanto el Irizar es un rompehielos y su casco no es apto para éstas condiciones del mar, sufriendo un problema similar el Cabo San Antonio, una unidad con un casco diseñado para operaciones de desembarco. Aunque a la tarde hubo una mejora transitoria, una nueva zona de baja presión se hizo presente desatando un nuevo temporal de mayor intensidad el cual llegó a registrar ráfagas de viento del orden de los 90 nudos (167 km/h) tal como reflejó el anemómetro del Irizar.
El viento sumado al enorme oleaje literalmente azotó a todas las unidades navales, pero en especial al Cabo San Antonio y al Irizar por las razones ya mencionadas. Ambas tripulaciones adoptaron todas las medidas necesarias para asegurar la enorme cantidad de vehículos y equipamiento que transportaban -buena parte en sus cubiertas- para que los mismos no sufrieran daños ante semejantes condiciones del mar. Aún así en el hangar del Irizar la situación se complicó. El Sea King dispone de 24 puntos de fijación que le permitieron mantenerse inmune a los constantes rolidos y cabeceos del Irizar, sin embargo el Puma por diseño, no dispone de tantos puntos de fijación y el permanente movimiento del barco ocasionó que uno de los tensores (una cadena de acero) se había cortado provocando el colapso del tren de aterrizaje, daños en las palas del rotor principal y rotura del tanque de combustible. Sin posibilidad alguna de reparación todo el peso de las misiones previstas recaería en el Sea King 2-H-231.
El 2 de Abril, a las 7:00 horas el Irizar se posicionó al Sur del Faro San Felipe y dio inicio a misión. El “231” embarcó infantes de marina y despegó desde la cubierta a las 7:27 hs. Tras unos 7 minutos de vuelo, aterrizó en la cabecera oeste del aeropuerto a las 7:34 hrs. convirtiéndose así en el primer helicóptero argentino en aterrizar en las Islas Malvinas. Al mando de la aeronave se encontraba el capitán de corbeta Barros secundado por el Teniente de Navío Iglesias. Tras desembarcar las tropas regresó al Irizar para volver a embarcar efectivos, realizando el segundo vuelo también al aeropuerto pero en ésta oportunidad por el Este. Aunque no ha podido ser confirmado, el “231” recibió fuego por parte de tropas inglesas pero sin alcanzarlo.
Ese especial día, el “231” realizaría nada menos que 18 vuelos entre el Irizar y la zona del aeropuerto, sumando 8 horas de vuelo y transportando 197 efectivos, 8 tambores de combustible JP1 y una evacuación médica. A la tripulación mencionada se alternó en los mandos del helicóptero el teniente de corbeta Macaroni y el teniente de fragata Bradeburgo. Al día siguiente existió una pausa en las operaciones ya que el Irizar se desplazó hacia la bahía Groussac pero el 3 de Abril se reiniciaron las operaciones de helidesembarco con 17 salidas transportando carga y 174 efectivos hacia Puerto Argentino. El 4 de Abril el “231” trasladó hasta Darwin a 15 efectivos del Ejército para luego regresar a las misiones de reaprovisionamiento trasladando desde el Irizar hasta el aeropuerto 182 tambores de combustible en 20 salidas.
El 5 de Abril el Irizar apoyado por la corbeta Guerrico realizó un helidesembarco con el “231” en Bahía Fox (Estrecho de San Carlos) desembarcando 15 miembros del Ejército. Al día siguiente el Irizar abandonó la zona con rumbo a Puerto Madryn donde arribó el 7 de Abril, desembarcando el “231” para dirigirse a su base natural de operaciones, la base Comandante Espora. De éste modo concluía la participación del “231” en la Operación Rosario, realizando en total 56 salidas que sumaron más de 20 horas de vuelo y transportando 401 efectivos y gran cantidad de carga.
Pero el “231” seguiría en acción. Entre el 17 y 25 de Abril estuvo embarcado en el portaaviones 25 de Mayo conjuntamente con el 2-H-234, regresando al mismo el 28 de Abril y participando en las misiones de rescate de los náufragos del crucero General Belgrano y el Aviso Sobral, para participar el 5 de Mayo en misiones antisubmarinas. COn posterioridad fue asignado a Viedma para realizar operaciones antisubmarinas diurnas y nocturnas armado con dos torpedos Mk44, mereciéndose destacarse la acción del 27 de Mayo, cuando el “231” en condiciones nocturnas obtuvo un contacto sonar que se mantuvo firme aunque luego se perdió, siendo posteriormente confirmada la detección. El 8 de Junio se embarcó nuevamente en el Almirante Irizar el cual se dirigió a las Malvinas como buque hospital. El 18 de Junio con el arribo del Irizar a Comodoro Rivadavia finaliza la actividad del “231”.
Con posterioridad al conflicto no existen muchos registros de la actividad del “231” el cual realiza su último vuelo el 22 de Agosto de 1986, registrando para entonces un total de 2.686 horas de vuelo. La aeronave es parcialmente canibalizada hasta que en el año 2007 y con buen criterio considerando su historia, el Comando de Aviación Naval ordena su entrega al Museo de Aviación Naval para su restauración, la cual insumió casi 2 años de trabajo siendo finalmente presentado al público el 16 de Mayo de 2009, luciendo los colores utilizados durante el conflicto.
De ahora en más cuando vean al “231” en el museo o en una foto, podrán tomar conciencia que están frente a una aeronave que hizo historia, y que su casi anómima participación en el conflicto por Malvinas fue en varios casos, determinante.
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