Por Diego Rondal
Un puñado de ellos eran profesionales, de Infantería de Marina, entrenados en combate. En cambio Tom era un perro callejero, sin raza ni padres conocidos. Ñaro, Negro y Tom murieron en el campo de batalla, los demás regresaron al continente. A la hora de la verdad fueron iguales, para el coraje y para la metralla inglesa.
Durante la defensa de Puerto Argentino el Comando de la Infantería de Marina decidió el envío de una sección de perros de guerra, de la Base Naval Puerto Belgrano, con el fin de impedir infiltraciones de comandos británicos en el dispositivo defensivo propio. Así fue que el 7 de abril 18 perros a las órdenes del Teniente de Fragata de Infantería de Marina Miguel A. Paz contaron con:
Guardiamarina Veterinario Jorge Robles
Encargado de Sección: Suboficial Segundo de Infantería de Marina Ernesto Franco. Cada perro con su guía, Soldado Conscripto.
Batallón Seguridad ARA Agrupación Perros de Guerra:
• Volf
• Nando
• Vogel (último sobreviviente, falleció el 1/12/91)
• Warner
• You
• Falu
• Keni
• Negro (desaparecido en acción)
• Franky
• Nick
• Duque
• Ñaro (desaparecido en acción)
• Ranquel
• Ñancul
• London
• Onix
• Xuavia (fue servida en Malvinas.Destacada al BIM5 Ec,ayuda a un herido)
• Olaf
Jorge Medina con su perro Falu y a José Cruz con Vogel en la Base Naval de Puerto Belgrano.
VGM José Cruz (Via Zona Militar/David Hernán)
VGM José Cruz (Via Zona Militar/David Hernán)
(Vía 1982militariaforum/teysseire1972) La sección perros fue utilizada para la defensa de la localidad para protección de los puestos de comandos, centrales de comunicaciones y depósitos varios. Luego del ataque del 1º de abril se intensificaron las guardias nocturnas para impedir cualquier infiltración enemiga.
Puerto Argentino – Seccion Perros de Guerra de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB)de izquierda a derecha: Oscar Perez, a sus pies su perro Keni, Néstor Perez, Carlos Silvas, a sus pies su perra Xuavia, Carlos Del Greco y José Cruz, a sus pies su perro Vogel.
También distinguían en general al personal de la Armada con respecto a las otras fuerzas con quienes eran especialmente agresivos, incluyendo también a los kelpers. Este hecho se repitió luego con los británicos, una vez prisioneros de guerra.
Hubo oportunidades en que salieron de la población en misiones de patrulla adelantada, pero fueron sólo casos puntuales para tareas específicas como la vigilancia del sistema de Rampa y Generador del misil Exocet que se montó como defensa costera. Este sistema de armas se mantuvo en el más alto secreto dentro de la localidad, durante el día en galpones altamente custodiados, y de noche se movía sigilosamente hasta su lugar de lanzamiento. Todas estas maniobras fueron estrictamente custodiadas por la sección de perros durante el día y la noche.
En los últimos días de combate se decidió el envío de perros a primera línea para evitar infiltraciones enemigas. Esta medida fue discutida hasta que llegó la orden de enviar a los perros con sus guías, fueron 3 las parejas enviadas:
Conscripto Carlos del Greco con Ñaro
Conscripto Raúl Andicochea con Negro
Conscripto Silva con Xuavia
Dijo el Guardiamarina Veterinario J. Robles.
“Fueron al frente Ñaro, Xuavia y Negro. ¿Por qué ellos? Negro y Ñaro por su bravura, valentía, eran sin duda los mejores del Batallón, participaban de todas las exhibiciones (desarme de enemigos, control de detenidos y saltos de altura). Xuavia porque era extremadamente celosa y guardiana, ella fue a Malvinas porque era la mejor entre las hembras (era mi preferida), recuerdo que cuando entró en celo elegí un lugar preferencial y ordené su servicio”
El envío de los perros al frente no tuvo éxito y termino trágicamente, los perros no se acostumbraban al fragor del combate, fueron prácticamente aturdidos por las explosiones. Ya el 13 de junio (en la noche del 13/14 de junio en el asalto final) los guías perdieron a sus perros, quienes habían huido enloquecidos. Ñaro y Negro desaparecieron, ni sus collares fueron hallados. Todos los esfuerzos de la Sección Perros por encontrarlos fracasaron pese al especial empeño de todos, incluyendo a los Infantes de Marina de otros destinos, sensibilizado por los hechos. Todos eran conscientes que, de estar con vida, su instinto y sensibilidad los hubiera llevado a su Sección, por esa razón se presume que murieron en combate. Hay una versión, no confirmada, que señala que un oficial británico se quedó con uno de ellos. Por lo menos esa era la esperanza de la Sección. Sólo regresó Xuavia.
Xuavia
Como comenta el Guardiamarina Robles, Xuavia estaba preñada cuando fue al frente, un toque de amor entre tanto combate, pero no el único. Xuavia, en la noche del 13 al 14 de junio, seguramente estaba regresando del frente hacia la localidad cuando encontró a un soldado del Ejército herido que yacía en el suelo cubierto de nieve; Xuavia se le acercó, se pegó a él y le dio calor hasta que los camilleros lo encontraron y trasladaron hacia Puerto Argentino, la perra los acompaño hasta el Hospital, luego regresó con los suyos. En su momento este hecho fue comentado por todos los que lograron verlo, luego el drama del tramo final de la batalla lo apagó. Por esa razón no se pudo rescatar el nombre del soldado ni el de los camilleros. Al comentarle el episodio el Guardiamarina Robles dijo:
“El relato sobre el regreso de Xuavia fue tal cual (como se comenta mas arriba), vino al lugar donde yo estaba; un soldado me grito: “Señor, volvió Xuavia, cuando me di vuelta la vi y me pareció mentira, todos le demostramos alegría y puedo asegurarle que ella respondió del mismo modo. Ya en la Base Naval Puerto Belgrano tuvo sus cachorros”
Xuavia tuvo nueve cachorros, de los cuales fueron siete machos y dos hembras, tres de ellos murieron inmediatamente después del parto. El padre fue Duque. De los perros que regresaron al continente algunos murieron de viejos, otros en accidentes en servicio.
BNPB antes de la Guerra donde se ve a Carlos Silvas entrenar a Xuavia.
VGM Carlos Silvas (Via Zona Militar/David Hernán)
VGM Carlos Silvas (Via Zona Militar/David Hernán)
Vogel
De la dotación de perros de guerra de la ARA Veteranos de Malvinas, el que superó a todos en longevidad fue Vogel.Vogel es un término germano que significa pájaro, un ovejero alemán hijo de Tell y Nixie, también nacidos en la BNPA. Falleció el 1º de diciembre de 1991; está enterrado en el Batallón mirando hacia Malvinas, bajo un túmulo conmemorativo.
(Zona Militar/David Hernán)
Hasta su muerte presidió todas las ceremonias de la Unidad luciendo en su capa la condecoración otorgada por la participación en la gesta. Las Fotografías de Negro y Ñaro, desaparecidos en combate, están en su Batallón y en el Museo de la Infantería de Marina.
Mortero
Mortero con el entonces Cabo 1º Funes. Tomada en el Regimiento de Infantería (hoy Mecanizado) Nº 8 de Comodoro Rivadavia – Chubut Según cuenta Carlos Alberto González, suboficial del Ejército Argentino, Mortero fue con ellos a Malvinas y volvió con sus camaradas en el Norland como “prisionero de guerra”
“…Mortero nos acompañaba en cada una de las salidas hacia las misiones de las Gato y Mancha. Cruzaba el campo minado y las primeras líneas junto a nosotros hasta llegar a una tranquera. Allí se detenía y quedaba observándonos hasta perdernos de vista. Cuando regresábamos (al término de tres o cinco días) se ponía contento. Mortero, más que un simple perro…un amigo de los soldados. Cuando sube al Norland les orinó la alfombra.
Los ingleses lo querían tirar al agua. No lo permitimos. Regresó al Continente con nosotros. Fue el primer perro prisionero de guerra con nosotros ya no está pero sigue existiendo en nosotros."
Tom
El camión me esperaba afuera, junto a mis soldados y los equipos. Tomé un gran manojo de camperas y me dirigí a la carrera, pero se me cruzó un perro de la base que habíamos criado desde cachorro y me hizo caer. Me levanté maldiciendo, tomé otra vez las camperas y retomé mi camino, pero a los pocos metros otra vez el perro me hizo caer. De la bronca, lo tomé y le dije “Estás jodiendo, entonces venís con nosotros a Malvinas” y lo subí al camión. Al ver el perro, el soldado Cepeda me preguntó asombrado – “¿Y eso mi Cabo Primero? ¿Como se llama el perro?”
Entre risas le contesté – “Desde hoy se llama Tom, porque vamos al Teatro de Operaciones Malvinas”
Al poco tiempo se transformó en el ser mas mimado y querido entre todos, pero debíamos ocultarlo de los superiores, por eso en las inspecciones siempre estaba dentro de algún bolso, campera o saco de donde sólo salía su hocico para respirar.
Luego de unos días de espera en Santa Cruz partimos en un Hércules hacia las Islas Malvinas transportando a nuestro personal, dos cañones Sofma, un Unimog y desde luego a Tom, que para esa altura ya era otro soldado movilizado del Grupo de Artillería 101.
En Malvinas, Tom se comportó como un bravo artillero. Cuando tirábamos con la máxima cadencia de fuego hacia los británicos, él se paraba delante del cañón como el mejor de los combatientes; siempre ladraba y jugaba con aquél que estaba bajoneado en los momentos de calma para darle ánimo; cuando había “alerta roja de bombardeo naval” era el primero en salir del refugio para buscar a los más alejados y el último en entrar a cubrirse; y muchas veces su instinto canino presintió los bombardeos aéreos antes que se gritara la alarma, lo cual manifestaba con ladridos que ya conocíamos. Compartía con nosotros la comida y los soldados le fabricaron un abrigo con los gorros de lana y bufandas.
El 11 de junio, a las 11:15 hs, un avión pirata se lanzó frenéticamente sobre nuestra posición bombardeando nuestro cañón y haciéndolo estallar, nosotros corrimos a cubrirnos y Tom que, como siempre, estaba parado sobre una roca y ladraba dando la señal de alerta.
El avión efectuó otra pasada, esta vez ametrallando con furia nuestra tropa que repelía el ataque con fusiles. En ésta oportunidad varios fueron heridos (yo entre ellos), y Tom, que corría avisándoles a los más distantes, fue alcanzado por las esquirlas.
El humo y el olor a pólvora cubrieron el lugar. Como pudimos, heridos, buscamos a Tom y lo encontramos tendido sobre una piedra inmóvil, con sus grandes ojos negros mirándonos y despidiéndose lentamente de sus camaradas.
Allí quedó para siempre nuestro cañón y el mejor testigo de esta Gesta, nuestro querido Tom. Allá en la fría turba malvinera él es otro bastión argentino, que junto a los héroes que dieron su vida por la Patria, significan soberanía y un especial estilo de vida.
Cuando volví al continente, en honor a él, todos los perros que tuve se llamaron Tom y mientras yo viva, así lo haré. Tom en Malvinas fue mi mejor amigo. ¡Y yo… jamás olvido a mis amigos!
(relato del Cbo 1º VGM Omar Liborio del GA 101 EA)
Fuentes consultadas por el autor:
http://www.lagazeta.com.ar/tom.htm
http://www.bajandolineas.com.ar/2012/07/los-heroes-no-mencionados-de-malvinas/
http://1982militariaforum.forumcommunity.net/?t=48706419
http://stucka82.wordpress.com/2012/05/01/un-homenaje-muy-especial-de-nuestra-parte-en-el-dia-del-animal/
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2011/04/09/nosotros/NOS-10.html
http://negrosolido.blogspot.com.ar/2011/07/ovejeros-sable-en-la-guerra-de-malvinas.html
http://www.laperlaaustral.com.ar/contenidos/index.php?option=com_content&view=article&id=68:perrosdeguerra&catid=49:infanteriademarina&Itemid=62
http://www.zona-militar.com/foros/threads/perros-en-malvinas.12092/page-3
www.interdefensamilitar.com.ar