Mucho se ha hablado de la Guerra de las Malvinas a lo largo de las últimas dos décadas. Pero la historia oficial ha olvidado al Escuadrón Panhard del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181.
Los informes oficiales del Ejército Argentino, lo mencionan como dos Secciones de Panhard agregadas al Escuadrón de Exploración 10. La realidad fue muy distinta, en las órdenes este Escuadrón figura como un elemento de reserva independiente. Por otra parte fue el único elemento blindado presente en las Islas Malvinas en el bando argentino.
El Escuadrón Panhard, en los últimos días de la guerra de Malvinas, apoyó con fuego el constante repliegue de la infantería argentina.
Esta investigación trata de revivir aquellos últimos días de junio de 1982 previos a la rendición presentada por el General Menéndez, momentos en los cuales este heroico Escuadrón blindado, protegió a riesgo de su destrucción las tropas que se replegaban, manteniendo un fiero duelo con la artillería de campaña británica.
El Blindado de Malvinas
Sesenta unidades blindadas Panhard AML H 90, fueron adquiridas por el Ejército Argentino en 1977. Fabricadas en 1960 por la empresa francesa Panhard poseían como característica principal su fácil maniobrabilidad, su relativa liviandad (peso en orden de combate de 5,5 toneladas) y su gran autonomía (entre 500 a 600 kms). Era capaz de desarrollar en caminos pavimentados unos 100 kms por hora. Con una tripulación de tres hombres, estaba bien armado con cañon DEFA 921 de Cal 90 mm y 2 AA 52 Amet Cal 7,62.
Doce de estos blindados, de los cuáles ocho eran del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181 fueron a las Islas Malvinas.
Tambores de Guerra
El 2 de abril de 1982, formaba en la Plaza de Armas el Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181, Esquel, Chubut. Su Jefe, el Teniente Coronel Jorge Raúl Spinetta, comunicó esa mañana que la Argentina había reconquistado las Islas Malvinas.
Inmediatamente el Destacamento se dio a la tarea de iniciarlos preparativos para brindar la Seguridad Estratégica Operacional, en su zona de responsabilidad. Para ello, el Jefe de Destacamento puso ambas Secciones Panhard (una con cuatro vehículos, la otra con cinco) bajo las órdenes del Subteniente Tamaño, constituyendo de hecho una subunidad blindada de reserva disminuída.
Las Secciones PANHARD pertenecían a los Escuadrones de Exploración A y B, , siendo segregados de estas subunidades para conformar este elemento reserva, que luego se constituyó por orden del Comandante de la IXna Brigada de Infantería Motorizada en Escuadrón Panhard.
En principio su misión fue de constituirse en una subunidad disminuida, de 2 secciones con un total de nueve AML Panhard, con Grupo Mantenimiento y Abastecimiento.
Entre el 2 al 5 de abril, las seccione Panhard efectuaron ejercicios de instrucción de tiro de ametralladora y los pasos previos del de cañón.
El 5 de abril, a la mañana, recibe la orden esta pequeña subunidad blindada de alistarse para marchar al atardecer a Comodoro Rivadavia a fin de embarcarse a las Islas Malvinas. Ese día se agrega como Jefe de la 2da Sección el Subt Fernando Pedro Chércoles. Aproximadamente a las 1900 hs, el Escuadrón parte de Esquel, siendo despedido por la Unidad formada al completo con Bandera de Guerra y Banda. Durante la noche del 5 al 6 de abril, cubren los más de 600 km a Comodoro Rivadavia. Fue una marcha blindada muy extensa. Uno de los vehículos sufrió averías y no pudo pasa a las Islas Malvinas.
Finalmente el 9 de abril se inició la operación de aerotransporte mediante los grandes cuatrimotores Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina. Ya en Puerto Argentino, las secciones son reforzadas con un Grupo Panhard (2 vehículos) del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 9. El Escuadrón Panhard cuenta entonces con 10 vehículos y conforman el Escuadrón Blindado reserva de la IXna Brigada de Infantería Motorizada, con sede en Moody Brook.
Días más tarde, cuando se hace cargo el Comandante de la Xma Brigada de Infantería Mecanizada de las fuerzas destacadas en las Islas Malvinas, quién decide designar otro Jefe de Escuadrón (hasta el momento el subteniente más antiguo oficiaba en carácter de tal), a un Oficial Subalterno, finalmente se coloca al frente de este Escuadrón Panhard al Mayor Domingo Carullo. La cantidad de vehículos se ve incrementado con el arribo de dos Panhard del Escuadrón de Exploración 10 (los únicos vehículos que llevaron a Malvinas). El Escuadrón finalmente es conformado con 12 vehículos blindados.
Durante los días previos al 1ro de Mayo se continúo con el entrenamiento del personal, mantenimiento y reconocimientos de las probables direcciones de los contraataques.
El 1ro de mayo, durante los ataques aéreo, los Panhard abre fuego por primera vez sobre una aeronave Harrier con las ametralladoras de torre.
Hasta el 11 de junio, la orden que tenía el Escuadrón era de permanecer en una Zona de Reserva, adecuadamente enmascarados durante el día en la pendiente rocosa de Sapper Hill. Esta era aprovechada durante la noche para evitar que el fuego naval dañase los preciados vehículos.
Entre el 12 y el 14 de junio, los blindados Panhard abrieron fuego en repetidas oportunidades con sus cañones sobre la infantería inglesa, apoyando el repliegue de las tropas argentinas. Las zonas batidas fueron entre otras Wireless Ridge y el Moody Brook Valley. En todos los casos, los vehículos fueron batidos por un fuerte y preciso tiro de artillería enemiga.
Si bien los vehículos resistieron el fuego de artillería sin inconvenientes pese al delgado blindaje, no pudo impedirse que cinco miembros del Escuadrón sufrieran heridas por esquirlas. Estas se produjeron por el fuego enemigo, sorpresivo y reglado por comandos británicos infiltrados entre la población civil, cuando el personal se encontraba desmontado.
Cabe destacar, que el Escuadrón Panhard mantuvo su aptitud de combate hasta el cese del fuego. Por otra parte fue el único elemento blindado de la Caballería Argentina en abrir el fuego con sus cañones en un conflicto bélico (el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 10 combatió a pie como infantería, ya que no tenía sus vehículos blindados).
Orden de Operaciones Nro 01/82
La orden de operaciones Nro. 01/82 (Defensa) del 07 de abril de 1982 elaborada en Moody Brooke, en su faceta de ejecución, detalla para las acciones de maniobras descriptas en el párrafo 3[1] “Simultáneamente se mantendrá una Compañía de Infantería Helit como reserva para ser empleada en apoyo a los puntos fuertes de ambas islas y un Escuadrón Blindado (PANHARD) para ser empleado en apoyo de PUERTO STANLEY y alrededores” Según esta orden, firmada por el General de Brigada Américo Daher, Comandante del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur, el Escuadrón PANHARD de reserva, sería empleado a orden con la siguiente prioridad: con el Regimiento de Infantería 25 y con el Batallón de Infantería de Marina.
Esta orden es hoy día un documento histórico, que avala la existencia de dos Escuadrones de Caballería en Malvinas, uno sobre la base de un Escuadrón Independiente, orgánico desde la paz, con numerosos efectivos y que combatió como infantería, el otro, pequeño, pero dotado de vehículos blindados y constituido por la necesidad de la guerra. Esto reviste un gran valor, pues hasta el día de hoy la Bandera de Guerra del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181, no ha recibido su Medalla de Campaña, con la excusa de que el Escuadrón Panhard no era una subunidad orgánica (de acuerdo a los Cuadros de Organización), sino constituida bajo la necesidad de la guerra.
El Escuadrón Panhard en acción
El Subteniente Chércoles y sus hombres, en sus informes aseguran haber efectuado entre 60 y 70 disparos por apreciación de distancias (los Panhard solo tenían aparatos de puntería para tiro directo).
En sus dichos el entonces Subteniente Tamaño sostenía que en su momento intentó convencer a sus superiores para efectuar un empleo más “dinámico” y agresivo, en particular empleando el camino costero que desde los lindes de la ciudad discurría a lo largo de la costa hacia Monte Williams. La pobre movilidad en el suelo turboso aconsejaba restringirse a los caminos. La mayor amenaza lo constituían los misiles antitanques Milan, ya que los Panhard poseían una potencia de fuego superior a los Scorpion, armados con un cañon de 76 mm de baja velocidad inicial. La táctica básicamente consistía en abrir fuego sobre la infantería a distancias superiores a los 3000 metros, a fin de evitar exponerse al fuego de los misiles antitanques. Otras contramedidas concebidas, era el avance por escalones, a fin de contar con fuego de neutralización sobre los apuntadores de dichos misiles. Quedaban sin embargo tres problemas más a resolver, el primero la falta de superioridad aérea local; el segundo, la falta de capacidad de visión nocturna, y por última, no contar con infantería mecanizada, y artillería que acompañara el contra-ataque de los blindados Panhard.
Escuadrón olvidado, hombres ignorados
Esta subunidad de caballería tan particular ha quedado en un extraño olvido, siendo sus hombres ignorados. Hombres que combatieron con valor, siendo los cinco heridos testigos de los riesgos corridos. Ellos esperan algún día ver la Bandera de Guerra de su viejo Destacamento reconocida. Ellos fueron a luchar por su Patria, por el honor de su Destacamento, el legendario “3 de Fierro”, y por que no por sus camaradas. Un tanque es un equipo, y la vida de uno depende de su compañero.
Debieron luchar contra un clima inhóspito, un enemigo difícil, que no escatimó medios para destruir este elemento blindado, y cuando les tocó combatir lo hicieron con las mejores tradiciones de la caballería blindada. Quizás más de un infante debe su vida a la cobertura de fuego brindado por estos vehículos.
De los cinco hombres heridos, solo uno recibió la Medalla al Herido en Combate, el resto sólo llevan como condecoración las cicatrices que la metralla inglesa labró en sus cuerpos. La Bandera de Guerra del Destacamento, no tiene su Medalla de Campaña, ni sus hombres tienen la posibilidad de lucir el escudo “A los Bravos de Malvinas”.
Es por eso que este tipo de olvidos, son siempre dolorosos para el alma y el espíritu de un Soldado. Sean estos párrafos un consuelo para estos hombres ignorados.
[1] Informe Oficial “Conflicto de Malvinas” Tomo I y II-.
Un Jagdpanzer Marder II (11 tons) es cargado en un Me 323
Un ejemplo de operación conjunta: Hércules y Panhard
http://www.soldadosdigital.com/2009/pdf/militaria_pegaso.pdf
Un hecho prácticamente desconocido durante la Guerra de Malvinas fue la operación aerotransportada que en forma conjunta efectuaron el Escuadrón Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, y el Escuadrón Panhard del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181, del Ejército Argentino. Esta operación fue la primera y única, en que estos capaces cuatrimotores de transporte cargaron vehículos blindados en orden de combate.
La intención de transportar vehículos blindados por aire toma fuerza durante la Segunda Guerra Mundial, a fin de incrementar la potencia de fuego de las tropas paracaidistas, sumamente vulnerables a las acciones de blindados enemigos. Con el tiempo y el avance de las aeronaves de transportes evolucionó hacia el concepto de transporte estratégico, brindando la posibilidad de un rápido despliegue de fuerzas blindadas. Los alemanes fueron pioneros, logrando diseñar y poner a punto una aeronave capaz de transportar vehículos blindados: el Messerschmitt Me 323 “Gigant”
Concluida la Segunda Guerra Mundial, este tipo de aeronaves prosiguieron su desarrollo durante la Guerra Fría.
Tanque Liviano M-22 Locust siendo cargado en un planeador Hamilcar
En 1951 la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) invitó a las experimentadas firmas aeronáuticas Lockheed, Boeing, Douglas y Fairchild a competir por el contrato de un transporte aéreo táctico. El 23 de agosto de 1954 sale de los talleres “Skunk Works” de la Lockheed en Burbank primer prototipo del C-130 “Hércules”. Este versátil y robusto cuatrimotor, capaz de transportar hasta veinte toneladas de carga en su amplia bodega, inmediatamente demostró sus excelentes prestaciones, siendo adoptado por más de sesenta países, tanto en versiones militares como civiles. Hasta el momento, se han producido más de dos mil “Hércules” en distintas versiones. La validez de su diseño ha quedado demostrada en el hecho de que pese a los años sigue siendo la aeronave que ha resultado más práctica en cuanto al transporte de personal, equipos, vehículos, equipos y suministros a un escenario de combate. La Guerra de Malvinas fue un ejemplo más de lo que estos grandes cuatrimotores son capaces de hacer.
La producción de los vehículos blindados AML Panhard se inició en 1960. A fines de la década del 70, la Argentina adquirió cerca de 60 de estos vehículos en su versión armada con un eficiente cañón de 90 mm. Esta versión se denomina AML Panhard H 90-F1 y fue destinada a las unidades de exploración. Haber logrado montar un cañón de 90 mm sobre un vehículo de 5.500 kg de peso debe considerarse todo un éxito para los diseñadores franceses. Al igual que el C-130, el AML Panhard fue un éxito de exportación, produciéndose más de 5.000 vehículos empleados por cerca de 30 países.
La combinación de estas dos armas de combate se dio en nuestro país por primera vez el 09 de abril de 1982. Terminado el conflicto esta importante experiencia quedó en el olvido, no repitiéndose hasta la fecha de confección de este artículo una acción similar a pesar de contar con los mismos aviones y blindados que realizaron esta operación conjunta.
Un AML Panhard del Dest Exp C Bl 181 desplazándose por las Ross Road (12 Jun 82)
Tambores de Guerra
En la fresca mañana del 2 de abril de 1982 los integrantes del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181 (hoy Regimiento de Caballería de Exploración 3), se encontraban formados en la Plaza de Armas en su cuartel de Esquel, provincia del Chubut. Su Jefe, Teniente Coronel de Caballería Jorge Raúl Spinetta comunica una información que sorprende a todos: la Argentina ha reconquistado la Islas Malvinas. La emoción embarga los espíritus y de inmediato se inicia el alistamiento.
El Destacamento poseía dos Secciones de AML Panhard, una por cada Escuadrón de Exploración. La del Escuadrón A estaba conformada por cinco vehículos, la del Escuadrón B por cuatro (poco tiempo antes había llegado la orden de transferir uno de ellos a otra unidad).
El Jefe de Destacamento ordenó con los nueve vehículos constituir un Escuadrón Reserva a órdenes del Jefe de la Sección AML Panhard del Escuadrón B, Subteniente Gustavo Adolfo Tamaño. La misión de la unidad era el de conformar la Seguridad Estratégica Operacional (SEO). Las actividades de instrucción y sobre todo tiro de combate se aceleraron, ya que muchos de los soldados conscriptos tenían poco tiempo de instrucción. Un factor que contribuyó favorablemente, fue que al mismo tiempo que se daba la instrucción como soldado individual, se procedió a iniciar con la de tripulante de este vehículo blindado de exploración.
Los responsables de la instrucción, eran los suboficiales solteros, más modernos, que con vehículo que se había llevado con ese propósito, empleaban los momentos libres para enseñarles la nomenclatura del vehículo, los procedimientos de tiro, aparato de puntería, etc.
Entre el 2 y el 5 de abril, se efectúo una intensa actividad de instrucción de puntería y tiro.
Precisamente el día 5 de abril, mientras se efectuaba ejercicio de tiro con ametralladoras (fase previa al tiro con cañón), próximo al mediodía el Jefe de Destacamento da la orden de prepararse para marchar a partir de las 1900 hs a la IXna Brigada de Infantería Motorizada, con asiento en Comodoro Rivadavia, paso previo para el embarque de los vehículos a las Islas Malvinas. El Subteniente Fernando Pedro Chércoles, que revistaba en el Escuadrón Comando y Servicios es nombrado Jefe de la 2da Sección (la correspondiente al Escuadrón A).
La distancia a cubrir era de algo más de 600 kms. Al día siguiente, 6 de abril, cerca del mediodía, la columna de blindados arribaba al Cuartel del Comando, situado en plena ciudad de Comodoro Rivadavia. Los días 7 y 8 se aprovecharon para completar con el alistamiento de vehículos y adquirir algunos elementos útiles para una campaña, tales como sogas, calentadores de gas, bolsas de arpillera plástica para construir refugios.
El 9 de abril se da la orden de embarcar los primeros dos vehículos hacia Port Stanley (para esa fecha mantenía la denominación británica). Arribados al aeropuerto de Comodoro Rivadavia, los vehículos esperaron hasta que se autorizó su ingreso al área de carga. Allí los esperaba un de los grandes cuatrimotores C-130 “Hércules” con la rampa abierta. Las tripulaciones no tenían experiencia en operaciones aerotransportadas, pero si un gran entrenamiento como conductores motoristas. Los vehículos se cargaron en el sentido de marcha. Gracias a sus reducidas dimensiones cupieron sin dificultad en la amplia bodega del Hércules. Allí rápidamente, el personal de carga de la Fuerza Aérea, con ayuda de las tripulaciones trincaron los vehículos al piso de la aeronave. La operación concluyó en breve tiempo (los vehículos se encontraban en orden de combate, es decir con carga completa de proyectiles, granadas fumígenas, etc.). El peso de ambos vehículos no era mayor de las 12 toneladas (5,5 toneladas cada uno). Incluso, una vez cargados, quedaba suficiente espacio para cargar un tercero. Según el comentario de la tripulación de la aeronave, la limitación de tonelaje estaba dada por el largo de la pista isleña.
Al caer la tarde de ese día, arribaron al mando del Subteniente Tamaño los dos primeros vehículos blindados Panhard. Lo hicieron a bordo en un avión C-130 Hércules. Al día siguiente lo hace el Subteniente Chércoles, con los seis vehículos restantes en tres vuelos.
Este aerotransporte, efectuado con los vehículos y tripulaciones en orden de combate constituye el primer y única operación de esta naturaleza efectuada por vehículos blindados en nuestro país. En total son 2 Oficiales, 12 Suboficiales y 13 Soldados.
Un dato curioso, cuando arriba el Subteniente Tamaño todavía era posible observar a los “policeman” con sus muy londinenses uniformes transitando por las calles de un aún no rebautizado Port Stanley.
Más tarde arriba el Grupo Panhard del Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 9, a órdenes del Sarg 1ro Lucero. Los dos vehículos a reforzar a las secciones “Cobra” y “Aguila” quedando conformadas así a 5 vehículos cada uno. Como Jefe de Escuadrón es designado el Subteniente Tamaño, por ser el más antiguo de los Jefes de Sección y su misión es el de Reserva Blindada.
El 16 de abril desembarca el Escuadrón de Exploración de Caballería Blindado 10, junto otros elementos de la Br I Mec X. Más tarde, por vía marítima arriban dos vehículos Panhard de este Escuadrón, que se suman a los diez ya presentes en las Islas Malvinas.
En total doce Panhard conformaron el Escuadron Panhard, reserva blindada de las fuerzas que guarnecen Puerto Argentino. Diez de ello arribaron por aire.
El Escuadrón Panhard en acción
Este Escuadrón cumplió la misión de reserva blindada, viviendo distintas situaciones conforme a la evolución de los acontecimientos. El nivel de Escuadrón (no secciones como es citado erróneamente en algunos informes), le fue otorgada por la organización para el combate ordenada por el Cte de la Fuerza de Tarea del Teatro Operaciones Atlántico el 07 de abril de 1982 en su Orden de Operaciones 01/82.
Estableció su Puesto Comando en Moody Broke, frente al Cuartel de los Royal Marines, y su primera misión fue la de estar preparado para ser empleado en las zonas de responsabilidad del Regimiento de Infantería 25 y el Batallón de Infantería 5.
Con el arribo de la Xma Brigada de Infantería Mecanizada, se le asigna dos nuevos sectores para el empleo a orden, el primero sobre el Moody Valley (valle que discurre entre el Wireless Ridge y Mount Tumbledown), y el segundo sobre el camino que unía Sapper Hill con Mount William. También es el momento en que se designa como Jefe del Escuadrón al Mayor Carullo.
Recibe su bautismo de fuego el 01 de mayo, cuando su zona de reunión es objeto de ataques aéreos y navales.
El día 10 de junio sufre sus primeras bajas, al ser heridos por el fuego de artillería los soldados Gerardo Mancisidor y Juan Carlos Acosta, ambos del Destacamento de Exploración de Caballería Blindada 181. Ambos soldados, curadas sus heridas, y haciendo gala del noble espíritu del hombre de Caballería, insisten en regresar a la acción. Combatirán hasta el último momento.
El Escuadrón Panhard es efectivamente empeñado a partir del 12 de Junio, cuando se le ordena ocupar una posición al Oeste de Puerto Argentino, en el Hipódromo. Fuertemente batido por la artillería británica, que contaba con el auxilio de comandos infiltrados entre la población civil para la dirección de los fuegos, cae seriamente herido por tres impactos de metralla el Jefe de la Sección “Águila”, Subt Tamaño. Junto a el reciben heridas leves los otros tripulantes, el Cbo 1ro Alegre y el Soldado Iglesias. Desafiando el nutrido fuego de artillería, el Cbo Miguel Angel Vilte acude en ayuda de su Jefe y camaradas. Siempre se le reconocerá este gesto de valor digno del soldado argentino. Bajo las órdenes del Subt Chércoles repliegan los vehículos hacia posiciones más protegidas. Al oficial herido lo evacuarán esa misma noche en uno de los últimos vuelos furtivos que realizan los transporte C-130 “Hércules.”
Por la tarde regresan al hipódromo, sus tripulaciones blanden orgullosos sus boinas negras en la fría tarde, despliegan los vehículos y con la orden de Chércoles rompen el fuego sobre la ladera del Wireless Ridge sobre la infantería británica que avanza luego de romper las líneas argentinas. Descarga tras descarga las piezas de 90 milímetros barren el escarchado suelo, hasta que el nutrido fuego de artillería británico centra a los blindados argentinos, que se repliegan entre un huracán de lodo, esquirlas y fuego. Volverán una y otra vez, y batido serán otras tantas. Pero el temple de los Coraceros del 3 de Fierro no se ablanda como tampoco lo hacen los del 9 o los del 10, hay que apoyar a la infantería que se repliega presionada por los continuos ataques enemigos. Y una vez más la Caballería como antaño cubriera con sus cargas, lo hace con sus fuegos la retirada. Hay que desaferrar a estos sufridos camaradas, y a pesar de tener los neumáticos reventados por las esquirlas, el ensordecedor granizo de las esquirlas golpeando el blindaje, los Panhard siguen disparando hasta agotar la munición de a bordo.
La última misión la cumplen el 14 de junio. Era una mañana helada, un fino manto de nieve tiñe de blanco el paisaje invernal. El Escuadrón avanza hacia Sapper Hill, su última misión, cubrir el repliegue del Batallón de Infantería de Marina 5. Los blindados avanzan para desplegarse y abrir fuego. La orden del cese de fuego los encuentra en plena acción. La guerra ha terminado. El Destacamento de Exploración de Caballería Blindada tiene cinco de sus hombres heridos en combate, prueba de lo dura que fue la lucha. Los propios Panhard exhiben los impactos de la metralla, pero llegaron hasta el fin, como los nobles corceles de antaño. Con pesar los encolumnan en una calle próxima al Globe Hotel para ser entregado al Real Ejército. Es una dolorosa derrota que conlleva el consuelo de la dignidad con la que se ha luchado. Han pasado sesenta y siete días desde que el primer Panhard arribara a las Islas, cuarenta y cinco de ellos bajo la acción del enemigo.
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